Clamor en el Parlamento Europeo para acorralar a Orbán: "Ir contra los derechos humanos es ilegal"

  • La Comisión Europea avisa de que tomará medidas si Hungría no cambia su posición y retira la ley anti LGTBI.
  • "Hemos visto un cambio de tono en la Comisión, eso ya es un primer paso", celebran fuentes consultadas por 20minutos.
  • Mientras, Orbán solo encuentra el apoyo de los grupos de derecha radical que acusan a la UE de "falta de democracia".
El Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, en el Consejo Europeo
El Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, en el Consejo Europeo
Europa Press
El Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, en el Consejo Europeo
El Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, en el Consejo Europeo.
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Viktor Orbán está cada vez más solo. El Parlamento Europeo ha utilizado el último pleno celebrado esta semana en Estrasburgo para tratar de acorralar al primer ministro húngaro por su ley anti LGTBI y los mensajes fueron muy rotundos en contra de una deriva que preocupa cada vez más en las instituciones comunitarias. De hecho, el aviso de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, fue claro: habrá medidas si el Gobierno húngaro "no corrige el tiro".

Así lo expresó desde la tribuna de una Eurocámara en la que Orbán solo encontró el apoyo de sus socios. Los grupos ECR e ID, que aglutinan a las fuerzas de ultraderecha, se posicionaron del lado de Fidesz y acusaron a la UE de "faltar a la democracia". En concreto, el diputado de Vox Jorge Buxadé dijo que la Unión trata de imponer "un pensamiento único" y que a Hungría "no se le pueden dar lecciones" sobre procesos democráticos. Pero esa defensa de Orbán se escuchó casi en voz baja frente al amplio consenso en su contra.

La aprobación de la norma anti LGTBI ha provocado un cambio de tono muy notorio en la UE. Ya en la última cumbre del Consejo Europeo Orbán quedó aislado entre las críticas del resto de líderes y ahora la posición de Von der Leyen invita a suponer que habrá medidas rotundas ante la vulneración del estado de derecho, como se viene reclamando desde la Eurocámara. "Ya se han dado algunos pasos para tomar decisiones importante, pero sobre todo una de las claves está en el cambio de tono de la Comisión, que hasta ahora era mucho más pasiva. Eso ya es un primer paso", cuenta una fuente a 20minutos en los pasillos de Estrasburgo.

Desde el Partido Popular Europeo lo tienen claro: las decisiones que se tomen tienen que notarse. "Apliquemos el artículo 7, y si no funciona quizá baste con un movimiento político, pero no podemos quedarnos quietos", apuntaron. De todos modos, la opción del artículo 7 resulta inviable porque necesita de unanimidad en el Consejo y Hungría siempre va a encontrar el respaldo de Polonia.

"Los derechos LGTBI son derechos humanos. Y actuar contra ellos es ilegal", recordó la líder de los socialistas en la Eurocámara, Iratxe García, que además tuvo unas palabras para Samuel y culpó a los gobiernos "de ultraderecha" de propagar "el discurso del odio". A ese consenso contra las políticas de Orbán se sumaron también tanto los liberales como los Verdes y la Izquierda. "Estamos hablando de libertad y de democracia" o incluso una frase que caló en el Hemiciclo: "Estoy harta de Orbán, de Kaczyński y de toda su fauna".

¿Se puede dejar a Hungría sin fondos europeos?

El círculo lo cerró la vicepresidenta de la Comisión encargada del estado de derecho, Vera Jourova. "Resulta confuso para mí porque esto es exactamente el manual de Putin. Lo vemos en la Rusia de hoy: estigmatizar a las personas LGTBI. Los expertos hablan de la 'sexualización' del enemigo", aseveró. Con todo, para el Parlamento Europeo no queda otra que tomar medidas. Pero, ¿cuáles pueden ser las salidas?

Apretar las tuercas por la parte económica o lo que es lo mismo dejar a Hungría sin fondos europeos mientras no cumpla con el estado de derecho. Los críticos con esta opción alegan que supondría perjuicios para los ciudadanos, pero quienes la defienden sostienen que el dinero de los fondos europeos acaba en la "red clientelar de Orbán" y así lo vienen a decir en un informe encargado a expertos externos por un grupo de eurodiputados, entre los que se encuentra como ponente la española Eider Gardiazábal.

"Es cierto que es un proceso complicado que habría que explicar muy bien, pero la condicionalidad ya está recogida en un mecanismo", comentan las fuentes, que además alegan que "no es algo que nos inventemos, sino que está demostrado, hay una clarísima falta de transparencia por parte del Gobierno húngaro". Precisamente por eso la Comisión Europea todavía no ha dado el visto bueno a su plan de recuperación.

Esa decisión fue también celebrada por los grupos de la Eurocámara, y censurada por los socios de Fidesz. "Esa es su forma de entender Europa: someter a quien defiende a su pueblo y premiar al que se rinde a los lobbies", apuntó al respecto Buxadé. "El dinero europeo que llega a Hungría acaba en los bolsillos de los amigos de Orbán", respondió Garicano, que alertó de la "corrupción" que lleva a cabo el Ejecutivo húngaro.

Por lo pronto, Bruselas trabaja desde la tramitación de la ley por parte del Parlamento húngaro en la base legal con la que armar el caso y poder lanzar un procedimiento de infracción por violación del Derecho comunitario y valores fundamentales de la UE, pero pese a las señales este paso no se ha concretado aún formalmente.

El aviso de la Comisión no puede ser más claro, frente a las posturas titubeantes que adoptó en otros casos pasados. "Si Hungría no corrige el tiro, la Comisión hará uso de los poderes que le confiere ser guardián de los Tratados. Seamos claros, hacemos uso de estos poderes sea cuál sea el Estado miembro que infringe el Derecho europeo", dijo Von der Leyen. Y el Parlamento Europeo lo apoya. Orbán, mientras tanto, se defiende, pero cada vez más esquinado y sin casi escapatoria.

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