De esta manera, los agentes detuvieron el pasado mes de junio a una persona e investigaron a otras seis por la presunta autoría de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y otro delito de daños.

En total, se han visto implicadas ocho explotaciones avícolas al recoger los excrementos de estas explotaciones y crear un vertedero ilegal en una zona vulnerable de contaminación por nitratos de origen agrario con calificación de Suelo Rústico de Protección Paisajística Teniendo consecuencias perjudiciales en la contaminación del suelo.

La investigación comenzó tras numerosas y reiteradas quejas vecinales por proliferación de moscas y malos olores en varios núcleos urbanos del municipio de Las Palmas de Gran Canaria y Santa María de Guía durante el mes de octubre de 2020, teniendo una gran repercusión social a través de los medios de comunicación.

Al respecto, esta plaga moscas, olores existente en distintas zonas de la isla ocasionó una problemática de convivencia y salubridad en varios núcleos urbanos.

Por este motivo, el Seprona pudo detectar y localizar a una empresa que se dedicaba a recoger los excrementos de al menos ocho importantes explotaciones de avícolas cobrando importantes sumas de dinero por dicha gestión.

25.000 M2 DONDE ENTERRARON 2.500 TONELADAS DE ESTIÉRCOL

La Guardia Civil ha señalado que se da circunstancia de que tras una justificación agrícola se ocultaba una actividad clandestina y lucrativa que esta empresa se dedicaba supuestamente a gestionar como abono los residuos en diferentes zonas de la isla cuando realmente vertían de forma masiva dichos excrementos llegando en el mes de octubre a crear en la zona de Los Giles.

Se trataba así de un vertedero ilegal de unos 25.000 metros cuadrados de extensión donde de forma intensiva se enterraron más de 2.500 toneladas de estiércol.

Aquí, la Benemérita apuntó que este tipo de residuo está permitido para abono bajo unas condiciones de proporcionalidad por metro cuadrado y tipo de estiércol haciendo una correcta aplicación agraria como abono siendo extendido sobre el terreno en las proporciones adecuadas.

Además siendo la gallinaza, que es como se denomina este tipo de estiércol es uno de los más tóxicos si se supera el porcentaje por metro cúbico de cultivo y sin tratar con excesiva humedad.

Tras la detención de los presuntos autores quedó totalmente paralizada la actividad de los vertidos en la zona, realizando con ello el Seprona las diligencias oportunas que fueron entregadas en la Fiscalía de Medio Ambiente de las Palmas.