Melyssa Pinto cuenta que sufrió un trastorno de conducta alimentaria: "Me resultaba repugnante a mí misma"

Melyssa Pinto, en el puente de las emociones.
Melyssa Pinto, en el puente de las emociones.
Mediaset
Melyssa Pinto, en el puente de las emociones.

Este martes, Telecinco emitió Supervivientes: en tierra de nadie, el programa presentado por Carlos Sobera. En él, Melyssa Pinto se enfrentó al Puente de las emociones, una prueba en la que los concursantes tienen que cruzar un puente en el que, en cada peldaño, hay una palabra sobre la que tienen que hablar.

Al principio, la catalana habló sobre lo mucho que le estaba afectando el reality para bien y lo fortalecida que se sentía gracias a él. Después, habló de la culpa. "La mayor culpa que tengo en mi vida es algo que afectó mucho a mi familia. Tuve trastornos alimenticios y siento que, con ello, he hecho que mi hermana Lorena se obsesione con su físico. Ella tiene 11 años menos que yo".

Sin embargo, Pinto matizó que si su hermana no había reproducido los mismos problemas era por una característica que envidiaba: "Tiene más personalidad y es más fuerte, pero aun así me siento culpable por ellos tres, que son mi vida".

Después, Melyssa pasó a hablar sobre los celos: "No sé si es por los problemas de alimentación, pero llegué a sentir repugnancia hacia mi persona. Lo superé sola, estaba todo en mí. Siempre veo que, en las peores situaciones, subo a flote. Los celos vienen de mi falta de autoestima, y siento que si algo no funciona es mi culpa... para eso lo que tengo que hacer es quererme a mí misma. Esto me está ayudando a quererme y confiar en mí y en lo que me ha dado la isla" añadió.

A la hora de hablar de arrepentimiento, la joven contó que lamentaba no haber sido más fuerte y el sufrimiento que le había causado a sus padres. "Le dije a mi padre que quería que se sintiese orgulloso de mí y le costó mucho. Le dije 'perdóname, que te lo voy a compensar', y lo he hecho. Les he hecho pasar a mis padres una época muy difícil, también por rebeldía, yo quería llevar mis problemas alimentarios a término y les trataba mal por eso".

La última palabra en aparecer en el puente fue perdón. "Les pido perdón. Sé que están orgullosos, les he demostrado que puedo con todo. Todo lo malo lo recojo, dramatizo, pero luego consigo superarme y hacerme más fuerte. Si les he fallado en algo o les he llamado pesados por decirme que me quieren... ahora la pesada voy a ser yo. Sin ellos no sería la persona que sería a día de hoy, mi vida no tendría sentido". 

Al terminar, Pinto quiso mandar un mensaje para quienes puedan estar padeciendo algún trastorno alimentario: "A todas las chicas, decirles que de todo se sale, que no hagan tonterías y que pidan ayuda, que nadie se obsesione, que todos somos bellos por dentro y por fuera", concluyó.

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