Audios de WhatsApp, un paquete con dinero... reconstrucción de las últimas horas de Gimeno antes de desaparecer

Hallazgo de la mayor de las niñas desaparecidas en Tenerife.
Hallazgo de la mayor de las niñas desaparecidas en Tenerife.
Henar de Pedro
Hallazgo de la mayor de las niñas desaparecidas en Tenerife.

Tras el hallazgo del cuerpo de Olivia, la mayor de las  niñas de Tenerife, la investigación se centra ahora en la búsqueda de la hermana menor, Anna, y de su padre, Tomás Gimeno, en el fondo del mar frente a la costa este de la isla. Todo indica que ambos también están muertos: el padre habría matado a las dos niñas, las habría echado al fondo del mar y después él mismo se habría suicidado hundiéndose con ayuda de un cinturón de buceo como lastre. 

La reconstrucción de los hechos ha dejado constancia de la actuación de Gimeno en sus últimas horas en Santa Cruz, momentos en los que pidió a las niñas que enviaran mensajes de WhatsApp a su madre, repartió entre sus amigos y padres sus pertenencias, entregó a la que en ese momento era su nueva pareja un paquete con 6.200 euros...

Los días 27 y 28 de abril son clave en la investigación sobre qué ocurrió exactamente con las menores Anna y Olivia, de uno y seis años de edad. Tomás Gimeno no devolvió a sus hijas a la hora que había acordado con su expareja, Beatriz Zimmermann. La avisó por teléfono de que no las volvería a ver, ni a él tampoco. Al día siguiente, su embarcación fue encontrada a la deriva y vacía frente al Puertito de Güímar. 

Esas horas han sido reconstruidas con detalle en el auto dictado el pasado sábado, y arrojan luz sobre lo que realmente ocurrió con las menores. Entre los detalles, se encuentra una carta de despedida a su pareja actual, junto a un fajo de 6.200 euros o un mensaje de voz a Beatriz grabado por Olivia antes de morir asesinada. 

Martes, 27 de abril, 17.00 horas

Las 17.00 horas del martes 27 de abril es la primera hora clave: Tomás Gimeno recogió a sus dos hijas a las cinco de la tarde de ese martes y tendría que haberlas devuelto ese mismo día a las 21.00 horas. Primero, se dirigió a Radazul para recoger a Anna, la menor de las niñas, y posteriormente se desplazó al centro educativo donde acudía Olivia, la mayor, los martes y jueves desde las 13.00 hasta las 17.00 horas.

Según recoge el auto judicial, aprovechando su paso por el centro, Tomás hizo entrega de un estuche lapicero con cinta de embalar a la directora, que también era su pareja actual, y le pidió que le llamara a las 23.00 horas de esa misma noche. Desoyéndolo, ella abrió el estuche alrededor de las 17.20 horas y encontró en su interior una carta de despedida y un fajo de billetes cuyo valor ascendía a 6.200 euros. 

Martes, 27 de abril, 17.50 horas

Una vez tuvo a sus dos hijas en el coche, su padre se desplazó hasta el domicilio de sus padres, y abuelos de las niñas, en Santa Cruz de Tenerife, donde dejó a Anna, para después llevar a la mayor, Olivia, a sus clases de tenis, que se prolongarían aproximadamente hasta las 18.30 horas, según reza el auto.

Las 17.51 horas es la siguiente hora clave en este día, el momento en el que Gimeno, tras encontrarse solo, sin sus dos hijas, acudió en su vehículo hasta la Marina de Santa Cruz de Tenerife. Allí, a la altura del pantalán donde tenía atracado su barco, que apareció al día siguiente a la deriva, aparcó su coche. Acto seguido se dirigió hacia la embarcación, introdujo el motor en el agua y lo arrancó para corroborar que funcionaba. Dejó el puerto solo unos minutos más tarde, a las 17.56 horas, según recoge el auto con base en las grabaciones de las cámaras de seguridad. 

Tras esta prueba, el padre de las niñas recogió a Olivia en el Club de tenis y se dirigió de nuevo al domicilio de sus padres, donde se encontraba también Anna, y permaneció allí una hora más, hasta las 19.26 horas, cuando decidió salir hacia su finca con sus hijas. 

Martes, 27 de abril, 19.47 horas

Según recoge el texto del auto, eran aproximadamente las 19.47 horas cuando Tomás Gimeno y sus hijas llegaron en coche a su domicilio en Igueste. Fue aquí donde, según el auto, "presuntamente en dicha finca Tomás dio muerte a sus hijas, envolviéndolas en toallas e introduciéndolas en bolsas de basura y estas en bolsas de deporte, que colocó en el Audi A3".

No obstante, las 20.00 horas también son importantes en el caso, pues Gimeno pidió a su hija Olivia que le grabase una nota de voz a Zimmermann, la madre de las dos pequeñas, pidiéndole que fuese a casa del padre a las 21.00 horas y que recogiera unos cuadros. 

Martes, 27 de abril, 21.05 horas

Sobre las 21.05 horas, hora a la que había acordado con la madre recoger a las hijas -y unos cuadros, según dijo la mayor de las niñas en el audio-, Tomás salió de su domicilio en su coche, donde presuntamente se encontraban ya los cuerpos de sus hijas, y volvió de nuevo a la casa de sus padres, a la que llegó a las 21.13 horas, aunque esta vez no habló con ellos ni entró al interior del domicilio, según el auto, sino que dejó a escondidas a su perro.

 Además, también dejó allí dos tarjetas de crédito con sus correspondientes claves, y dos juegos de llaves de otro vehículo de su propiedad. Tras este alto en el camino, sobre las 21.27 horas, según el auto, Tomás regresó hasta el puerto.  

Martes, 27 de abril, 21.30 horas

El siguiente movimiento de Gimeno del que se tienen certezas quedó registrado en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del Puerto Deportivo Marina Tenerife. En el mismo sitio en el que había estacionado horas antes, Gimeno aparcó su coche y accedió al puerto. Desde su llegada, dio tres viajes portando bolsas desde el coche a la embarcación. En estas bolsas, presuntamente se hallaban los cuerpos ya sin vida de sus dos hijas. Su paso por el puerto en esta ocasión fue breve, pues a las 21.40 horas zarpó.

Tan solo diez minutos después Gimeno recibió una llamada telefónica. Era la madre de las niñas, a la que dijo que ya estaba fuera de la isla con ellas. Beatriz lo volvió a llamar, y aquí se produjo el mensaje que puso en alerta a la madre de las pequeñas: "No vas a volver a ver a las niñas jamás. Tampoco a mí. Yo me haré cargo de ellas para que estén bien cuidadas". Entonces fue cuando Beatriz se desplazó a la Guardia Civil. 

Sobre las 22.30 y a las 22.40 horas repitió la llamada, ya desde el Puesto de la Guardia Civil, y la respuesta de Tomás fue la misma, aun cuando intervino uno de los agentes. 

Martes, 27 de abril, 22.30 horas

Según reconstruye el auto judicial, pudo ser sobre las 22.30 horas cuando Tomás arrojó al mar los cuerpos sin vida de sus hijas, que previamente había cargado en la embarcación en las bolsas de deporte, lastrados con el ancla. por medio de una cadena y un cabo, quedando todo ello depositado en el fondo del mar.

Tomás también llamó a Beatriz a las 22.30 horas. En esta llamada le dijo que no podía permitir que sus hijas crecieran sin él y, nuevamente, desde las 22.44 horas el teléfono de Gimeno dejó de conectarse a los datos, aparentemente por quedarse sin batería, por lo que decidió regresar a puerto.

Martes, 27 de abril, 22.44 horas

Gimeno, tras quedarse sin batería, decidió volver al puerto, donde la Guardia Civil le llamó la atención por saltarse el toque de queda y, tras aparentar que volvía a la embarcación, donde dijo que pasaría la noche, se dirigió a una gasolinera cercana para comprar un cargador de móvil.

Miércoles, 28 de abril, 00.30 horas

Tras regresar al puerto, aproximadamente a las 00.30 horas, Gimeno abandonó finalmente el muelle y zarpó con su barco. Así lo confirmaron las cámaras de seguridad. Diez minutos después, las 00.41 horas ya del 28 de abril, el padre de las niñas volvió a encender su teléfono y casi una hora más tarde, a la 01.28 horas, volvió a hablar con una desesperada Beatriz, que trató de convencerlo de que las niñas necesitarán a su madre. 

Él respondió que sabía que eso le iba a costar pero que con el tiempo estarían bien con él. Además, dijo que ya que tenía suficiente dinero para vivir. Durante ese tiempo mantuvo conversaciones por mensajes y las 02.11 se despidió definitivamente.

Miércoles, 28 de abril, la embarcación a la deriva

La embarcación perteneciente al padre fue interceptada el mismo miércoles por la salvamar 'Tenerife' y 'Punta Salinas'. Tras encontrar el barco a la deriva, la Guardia Civil comenzó a registrarla, buscando posibles indicios en ella. Durante el análisis preliminar del lugar se hallaron restos de sangre, sin embargo, según desveló la Televisión Canaria, estos restos no pertenecían a las menores.  

Lunes, 7 de junio, un hallazgo decisivo

El robot marino incorporado a la investigación encontró dos objetos que fueron decisivos antes de hallar el cuerpo sin vida de Olivia: una botella de oxígeno y una sábana. Tomás Gimeno, era aficionado a la pesca submarina, con lo que se investigaron estos objetos en busca de nuevas pistas que pudiesen arrojar luz. 

Ante estos hallazgos, el buque oceanográfico, que tenía previsto terminar las labores de rastreo mucho antes, continuó trabajando hasta que, finalmente, dio con el cuerpo sin vida de Olivia.

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