Sin hambre ni pobreza: por un mundo más justo

  • Los ODS buscan un acabar con las desigualdades más profundas y cubrir las necesidades básicas.
Gente espera en las llamadas 'colas del hambre' en Aluche (Madrid).
Gente espera en las llamadas 'colas del hambre' en Aluche (Madrid).
GTRES
Gente espera en las llamadas 'colas del hambre' en Aluche (Madrid).

El 10% de la población mundial tiene dificultades para llevarse algo de comida a la boca, cubrir su salud, tener una educación y acceder al agua y al saneamiento, de acuerdo con los datos de la ONU. Detrás de esa cifra se esconden más de 700 millones de personas que viven en la pobreza extrema, un problema que va más allá de la falta de ingresos y recursos.

Se considera que alguien se encuentra en esta situación si su ingreso diario es inferior a 1,25 dólares. Si bien las tasas de pobreza se han reducido con el tiempo, la pandemia pone en riesgo los avances logrados.

Al problema de la pobreza se le añade el del hambre, que padecen cerca de 690 millones de personas (un 8,9% de la población) en una tendencia en alza que, de seguir el ritmo actual, se estima que para 2030 serán más de 840 millones de seres humanos.

El cambio climático, los conflictos armados y las recesiones económicas, junto con la actual pandemia, son algunas de las causas por las que alrededor de 135 millones de personas padece hambre severa, de acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos. "La falta de ingresos, la falta de acceso a servicios básicos como la salud, la educación y a bienes o inmuebles como la vivienda" también propician la que se considera la mayor pandemia del siglo, ya que mata a 3,1 millones de niños cada año, según Acción contra el Hambre.

El hambre está considerada la peor pandemia del siglo, ya que mata a 3,1 millones de niños cada año

La pobreza y el hambre ocupan la primera y la segunda posición en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, para 2030, buscan erradicar la pobreza extrema para todo el mundo. La idea es movilizar recursos para proporcionar medios suficientes y previsibles para los países en desarrollo; poner fin al hambre y asegurar una alimentación sana, nutritiva y suficiente; acabar con la malnutrición, y duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos en pequeña escala.

Estas metas están muy relacionadas con el ODS 10 para reducir la desigualdad en y entre los países; y el ODS 16, que busca promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas.

Situación en España

Aunque la pobreza extrema está erradicada en España, somos el quinto país en el ranking de la Unión Europea, con un 20,7% de personas en riesgo, según Eurostat. Una posición que se agrava en los menores de 16 años, pues este estado es el tercero con más niños pobres de Europa.

Quizás no sepamos verlo, pero hay 9,6 millones de españoles pobres, es decir, hogares o unidades de consumo que están por debajo del 60% de la mediana nacional de ingresos. O lo que es lo mismo: dos de cada diez personas. Se es pobre si se tienen unos ingresos inferior a 24 euros diarios; para la pobreza severa la cantidad se reduce a 16 euros.

9,6 millones de españoles son pobres

El informe anual de desigualdad de Oxfam Intermón advierte de que "casi 800.000 personas podrían caer en la pobreza severa" por el impacto del coronavirus, es decir, unos 5,1 millones de personas.

Además, a raíz de la crisis sanitaria, el 49,3 % de la población tiene alguna clase de dificultad para llegar a fin de mes, tal y como indica El Estado de la Pobreza. España 2020 X Informe anual sobre el riesgo de pobreza y exclusión, de EAPN España.

Como consecuencia, las llamadas colas del hambre son ya una realidad que afecta a 1,63 millones de personas (casi 600.000 más que antes de la pandemia), según se refleja en los 54 servicios asociados de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL). Por el momento, la cifra no ha dejado de ascender.

Estos datos alejan a España de cumplir su meta en 2030 pero, según Acción contra el Hambre, se conseguiría con políticas de protección social "que garanticen un empleo decente, permitan tener acceso a una alimentación saludable y a unos servicios y materiales básicos", además de promover un consumo responsable.  

Según Acción contra el Hambre, aplicar políticas de protección social y promover un consumo responsable mejoraría la situación

Colas del hambre

Consecuencias de la COVID-19. La crisis sanitaria ha golpeado duramente a las familias españolas, tan solo hay que fijarse en las llamadas colas del hambre para comprobarlo. "Antes de la pandemia, los 54 Bancos de Alimentos asociados a la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) atendían a 1.050.000 beneficiarios. En el año 2020 se atendió a 1.560.000 personas, de los cuales alrededor de 300.000 son niños", ilustra Miguel Fernández, director de la entidad.

La cifra de personas que demandan ayuda de estos bancos "aumentó en un 50%" en nueve meses, tal y como advierte Fernández. Además, el perfil "se ha ampliado. Ya no solo necesitan esta ayuda personas en situación de pobreza severa, sino también familias que antes de la crisis tenían rentas medias o bajas". Ahora se ven parejas jóvenes con hijos, universitarios, gente en ERTE o ERE, en paro, personas mayores que con su pensión dan de comer a su familia...

Mostrar comentarios

Códigos Descuento