90 agentes de la Guardia Urbana agrupados en el denominado Grupo de Playas están patrullando desde el pasado lunes en las playas de Barcelona para velar por la seguridad en el litoral durante el verano.

Lo ha explicado este lunes en rueda de prensa el teniente de alcalde de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, acompañado del intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, y el inspector Jordi Oliveras.

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Batlle ha asegurado que prevé un verano "similar" al del 2019 pero ha apelado a la responsabilidad, tanto en lo relacionado con las medidas para contener el Covid como en lo referente a los comportamientos cívicos.

Por su parte, Velázquez ha afirmado que la tarea policial será sobre todo preventiva y ha puesto en valor la colaboración con los Mossos d'Esquadra.

El grupo estará operativo hasta el 26 de septiembre y sus agentes se encargarán de la seguridad sanitaria, la convivencia, el ámbito delictivo, la seguridad viaria y el ámbito marítimo.

Estos trabajarán desde su sede del paseo Joan de Borbó, el módulo de la playa de la Barceloneta y el módulo del espigón de la playa del Bogatell y patrullarán a pie, en bici, en scooters, en vehículos de cuatro ruedas, quads y embarcaciones.

Prevenir aglomeraciones

Una de las misiones de este grupo policial será evitar las aglomeraciones, cerrando los accesos a las playas si fuera necesario, como ya se ha hecho este sábado con las playas de Nova Icària, Bogatell y Mar Bella.

Batlle también se ha referido a las concentraciones de personas que hacen botellón en las playas y ha apuntado que este viernes se desalojaron por este motivo 3.848 personas y 5.595 el sábado.

Asimismo, ha afirmado que "hay que ir hacia una descompresión" de las medidas sanitarias y ha señalado que aunque la reapertura del ocio nocturno no supone una inmediata desaparición de esta actividad en el espacio público ayudará a ello.

Durante el acto el inspector Oliveras también ha presentado cifras de las actuaciones de la unidad durante los últimos dos años, en las que se observa un descenso en las cifras debido a la pandemia.

En 2019 se interpusieron 18.719 denuncias a vendedores ambulantes, mientras que en 2020 fueron 8.927; en cuanto a las bebidas alcohólicas intervenidas, se pasó de 172.000 en 2019 a 70.000 en 2020; el número de hechos delictivos cometidos en la arena pasó de 917 a 289 y el de detenciones de 161 a 60.