La España vacía se extiende: la despoblación llega ya a algunas capitales de provincia

Coronavirus.- Barcelona controlará el aforo de las playas con videosensores y cámaras
Dos jóvenes sentados en el Paseo Marítimo de la Playa de la Barceloneta.
David Zorrakino - Europa Press
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La España vaciada es uno de los temas que más presente ha estado en la agenda política en los últimos tiempos con permiso de la pandemia, y también ocupa un lugar importante en el plan 2050 presentado por el Gobierno. La conclusión (o una de ellas) es que no es solo la España rural la que está perdiendo población, sino que esa dinámica se está dando ya incluso en algunas capitales de provincia.

El informe, de hecho, habla de una distribución poblacional "muy heterogénea" a partir de la cual se da una alta "concentración" de población en zonas como Madrid y Barcelona, el litoral mediterráneo, las islas, algunas provincias del País Vasco y de Andalucía. En contraste, muchos lugares del interior peninsular están sufriendo la despoblación. De hecho, según los últimos datos en torno al 42% de los municipios rurales de España están "en riesgo de despoblación".

El llamado éxodo rural comenzó en los años sesenta y, desde entonces, no se ha detenido. Entre 2001 y 2008, la llegada de inmigración extranjera a España hizo que la despoblación rural se desacelerara en algunas zonas. Sin embargo, la crisis económica del 2010 reactivó la tendencia y se consolidó, expresa el documento, "una tendencia de abandono rural que ni la mejora económica ni la recuperación de los flujos de inmigración que se dieron en los años siguientes pudieron revertir". De esta forma, el porcentaje de población viviendo en municipios rurales ha pasado del 27% en 1981, al 20% en 2020.

Envejecimiento igual a despoblación

El despoblamiento, además, tiene una causa clave en el envejecimiento de la población. La edad media general en España de 43,6 años pero en los municipios de menos de 5.000 habitantes, esta se acerca a los 50. En ellos, la proporción de personas de entre 15-19 años sobre las que se jubilaron cayó un 41% entre 2000 y 2018. 

Hay asimismo una relación directa entre el éxodo de la gente joven de los pueblos pequeños y la falta de oportunidades laborales. Tanto es así que en España hay hoy, según se recoge en el plan, 1.109 municipios en los que no vive ningún niño de entre 0 y 4 años, y 393 en los que la mayoría de sus habitantes tienen más de 65.

La disparidad entre los pueblos y las ciudades es muy amplia. En las grandes urbes hay mejores infraestructuras, mejor acceso a los servicios básicos y una digitalización mucho más avanzada, por lo que el desarrollo de la vida laboral acaba siendo más sencillo. En cambio, la España vaciada se ve afectada por una falta de avances en todas estas áreas. En cambio, la ventaja con la que sí pueden contar las zonas rurales es un mejor acceso, y más asequible, a la vivienda.

No obstante, hasta 2035 se prevé que haya crecimiento poblacional en algunas zonas de España, aunque será también desigual. Hasta entonces nueve comunidades y una ciudad autónoma perderán población: Asturias, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Cantabria, Ceuta, Castilla-La Mancha, País Vasco, Aragón y la Rioja, en este orden de magnitud, según las previsiones del Gobierno. En cambio, más allá de la Comunidad de Madrid y Cataluña, el Levante concentrará el crecimiento poblacional. Desde precisamente Cataluña, pasando por la Comunidad Valenciana, hasta algunas regiones de Andalucía.

Y el Gobierno lanza una alerta: la universalización de internet en lugar de homogeneizar el reparto poblacional ha provocado lo contrario. "La economía digital concentró aún más su actividad en las ciudades y sus áreas metropolitanas, a través de una expansión del sector servicios y una mayor acumulación de empresas en los cinturones urbanos", esgrimen en el documento.

No se prevé un cambio de tendencia

Esta tendencia, a pesar de todo, no tiene visos de cambiar. En general, la proporción de población residente en núcleos urbanos seguirá aumentando, pudiendo pasar de representar el 80% del total actual al 88% en 2050. De hecho, ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza verán aumentada su población, llegando a albergar el 32% de la población en el año 2035 frente al 30% actual. Y no es un fenómeno expreso de España, pues también se dará en otros países de nuestro entorno, como se recalca en el informe.

Para el Gobierno, "de este contraste se derivan efectos tanto positivos como negativos". Por un lado, explican, la concentración de población en municipios de mayor tamaño podría "ayudar a reordenar el gasto público, y a lograr un mayor dinamismo económico en el conjunto del país". 

Por otro, el despoblamiento de algunas ciudades medias y municipios rurales "podría aumentar la saturación de las grandes ciudades, agravar la degradación y el abandono de nuestros ecosistemas naturales, generar una inmensa pérdida cultural y patrimonial, y acelerar el declive económico de esas zonas, provocando el cierre de numerosos negocios, la pérdida de actividades agropecuarias, silvícolas y turísticas, y la depreciación de miles de inmuebles". 

El objetivo, por lo tanto, sería encontrar "un equilibrio entre estas potenciales pérdidas y ganancias, y diseñar una estrategia para frenar la pérdida de dinamismo de los municipios más pequeños en función de dicho equilibrio, será uno de los grandes retos que nuestro país deberá resolver de aquí a 2050", terminan diciendo.

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