Hay quienes no le dan credibilidad a estas afirmaciones, pero llegan desde las mismas fuentes que otras tantas noticias de un corte mucho más alegre: el círculo cercano. Sin embargo, mientras que nadie duda cuando los allegados de Kim Kardashian afirman que la empresaria está rehaciendo su vida centrándose en el trabajo y en sus hijos, sí hay quienes dudan de las últimas palabras que se han puesto en boca de Kanye West. Y que no son nada halagüeñas.

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Tal y como publica el portal estadounidense Star Magazine, el rapero no guarda un buen recuerdo de la socialité y se muestra bastante resentido contra ella, pudiendo por lo que cuentan quienes le rodean trazar una idea sobre cuánto se arrepiente del tiempo que ha estado junto a ella, sin hacer referencia a los cuatro hijos que tuvieron durante el matrimonio, North, Saint, Chicago y Psalm, por lo que ha llegado a reclamar su custodia.

Según explican desde el citado medio, los amigos del músico advierten que Kanye no quiere tener ningún contacto con la influencer (quien por ahora mantiene el apellido West en su Instagram) y que repite constantemente cuánto lamentaba haber tenido una relación con alguien que "siempre lo trató como si fuera basura".

De hecho, explican desde Star Magazine que Kanye considera a Kim "la peor esposa" y sus palabras irían a más incluso en el plano íntimo, considerando que siquiera la más mediática de las Kardashian es tan buena amante como se le presupone debido a su sensualidad en redes.

Su círculo íntimo añade que Kanye llega a responsabilizar a Kimberly de su autodestrucción de los últimos tiempos y esto se debería a la presión perenne que sentía tanto por su parte como por estar con ella: "Ha comprendido que la obsesión de Kim Kardashian por la fama acabó por destruirle".

Otros medios, como Gossip Cop, ponen en duda la veracidad de estas declaraciones, partiendo sobre todo de la base de que no son palabras extraídas directamente del rapero ni de sus redes sociales. Estas supuestas declaraciones podrían hacer tambalear la (también supuesta) política de Kim Kardashian de no querer que sus hijos crezcan lejos de su padre.