La campaña electoral madrileña finaliza tras semanas cargadas de crispación, polémica y polarización, que han terminado por acaparar la atención de todo el país. 

Ya en los actos de precampaña, el ambiente se auguraba tenso, y los acontecimientos que se han venido sucediendo en las dos semanas de campaña han confirmado que el clima ha sido, cuanto menos, bronco. Entre reproches, calificativos como "fascistas" por un lado y "comunistas" por otro, el panorama político ha dejado momentos de mucha polémica y confrontación entre los candidatos a presidir la Comunidad de Madrid tras las elecciones del 4-M.

Todo ello, marcado por las misivas amenazantes recibidas por algunos dirigentes y habiéndose celebrado un único debate a seis y otro a cinco; este último frustrado tras el abandono del candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, por haberse negado la candidata de Vox, Rocío Monasterio, a condenar las amenazas de muerte.

Se ha hablado de las piedras lanzadas en un mitin de Vox, de las cartas intimidatorias con balas en su interior, de cordones sanitarios a la ultraderecha, del cartel que criminalizaba a los menores no acompañados en el metro... y hasta de las cañas que se pueden tomar en una terraza de Madrid. Sin duda, esta campaña ha dejado hitos que, según las predicciones, desembocarán en una participación histórica en las urnas. 

Todavía en precampaña: Vox en la 'Plaza Roja' de Vallecas

Vox abrió la precampaña en la conocida como 'Plaza Roja' del barrio madrileño de Vallecas el 7 de abril. El anuncio ya suscitó la polémica por tratarse de un distrito tradicionalmente obrero y considerado bastión de Podemos. 

Tras una mañana aparentemente tranquila, varios manifestantes se personaron en el lugar para boicotear el acto bajo el grito de "fuera fascistas de nuestros barrios", y terminaba la jornada con enfrentamientos entre los protestantes -que llegaron a lanzar objetos- y la Policía Nacional. Al menos dos personas fueron detenidas y otras 14 resultaron heridas. 

Todavía hoy el partido sigue acusando al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por no haber garantizado la protección suficiente durante el acto, y responsabilizan a Podemos de haber incitado a la violencia. 

El cartel electoral 

Marta Fernández Jara/ EP

También en torno al partido de Santiago Abascal y su candidata para presidir Madrid, Rocío Monasterio, surgió la siguiente polémica. La campaña del partido se ha centrado en la consigna de proteger Madrid y, en línea con el mensaje de culpabilización a los menores extranjeros, instalaron un cartel electoral que no tardó en recibir críticas. 

Y es que en el cartel, colocado en las instalaciones de Cercanías Renfe, recriminaron que estos menores reciban una paga mayor que los jubilados españoles (mensaje que han ido repitiendo continuamente a lo largo de la campaña). "Un mena 4.700 euros al mes, tu abuela 426 euros de pensión/mes", exhibieron. El Ejecutivo llegó incluso a denunciar a Vox ante la fiscalía por un presunto delito de odio, pero finalmente una jueza madrileña decidió archivar la denuncia.

El primer y único debate a seis

Jesús Hellín, JESUS HELLIN

Repleto de hitos estuvo también el único debate a seis (con todos los candidatos) celebrado el 21 de abril en Telemadrid, apenas tres días después del pistoletazo de salida de la campaña electoral. La expectación era palpable incluso minutos antes de iniciarse y a medida que los candidatos iban llegando al estudio de la televisión madrileña. Unos en moto -como el candidato de Cs, Edmundo Bal-, otros en taxi -como Iglesias-, e incluso algunos andando -como hizo el candidato del PSOE, Ángel Gabilondo-. 

Entre otros asuntos, se debatió sobre impuestos, las colas del hambre y sobre la pandemia; este último motivo de varios enfrentamientos y acusaciones a la presidenta madrileña y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, por su gestión. Todo ello, entre reproches de unos y otros por utilizar las terribles cifras de víctimas del coronavirus con supuestos fines electorales. 

Se consolidaron también las líneas divisorias entre bloques, y Gabilondo sorprendía con un giro de guion al pasar del "con este Iglesias no" a tender una mano al candidato de Unidas Podemos.

Cartas con balas y amenazas de muerte 

UNIDAS PODEMOS

El 22 de abril, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, recibían cartas con amenazas de muerte y balas en su interior. 

En un tuit publicado en su cuenta con las imágenes del sobre recibido, Pablo Iglesias aseguró que esto es fruto de la "normalización y el blanqueamiento del discurso de odio de la ultraderecha. Esto es consecuencia de la normalización mediática de bulos y mentiras contra nosotros". Hablaría también de la amenaza a la democracia, asunto que desde ese día se situó en el foco del discurso de la izquierda. 

Tanto el Gobierno como los distintos partidos políticos expresaron su máxima condena por la "grave amenaza" que suponían las misivas, aunque algunos con más entusiasmo que otros. Ayuso, por ejemplo, acusó posteriormente a Iglesias de querer hacer campaña con las amenazas, alegando que otros dirigentes -ella incluida- habían vivido situaciones parecidas sin hacerlas públicas. 

En un plano muy distinto se situó Vox, cuyo presidente condenó "toda la violencia, aunque con 'peros'. Aseguró Abascal que las "presuntas amenazas" contra el candidato de Unidas Podemos "apestan a montaje" y anunció la intención del partido de denunciar el asunto en los tribunales para que se investigue "hasta el final". También Monasterio dudó de la veracidad de las amenazas, aseverando que "del Gobierno no nos creemos nada".

El debate de 'La Ser': punto de inflexión de la campaña

Un día después de interceptarse las misivas amenazantes se produciría un hecho que supondría un cambio en el eje del debate electoral. Se añadió así al lema difundido por Ayuso de "comunismo o libertad" el que, desde ese día, acuñó la izquierda: "fascismo o democracia".

Apenas habían pasado unas horas desde que la noticia de las cartas con balas se hiciese pública cuando todos los candidatos -a excepción de la del PP- acudieron a debatir al plató de la Ser. Rocío Monasterio seguía reafirmándose en dudar de las amenazas recibidas por el candidato de Unidas Podemos, por lo que Pablo Iglesias decidió abandonar el debate entre súplicas de la moderadora y comentarios como "lárguese de una vez, que es lo que estamos deseando muchos españoles", por parte de la líder de Vox en Madrid. 

No tardaron en hacer lo mismo los líderes del PSOE, Ángel Gabilondo, y Más Madrid, Mónica García, quien sentenció que "con esta ultraderecha no se dan las condiciones para hacer un debate".

Este hito supuso un punto de inflexión, sobre todo para la izquierda, que se mostró unánime en considerar necesario un "cordón sanitario" para alejar a Vox de la esfera política. 

Encuestas y polémicas 

20minutos

Las últimas encuestas apuntan a un gobierno del PP que saldría mucho más fortalecido que de los comicios de 2019, aunque requeriría del apoyo de Vox para gobernar. Auguran también la desaparición de Ciudadanos de la Asamblea, aunque estos se afanan en asegurar que sus encuestas les sitúan por encima del 5% que necesitan para tener representación. El PSOE perdería algunos escaños (que varían según las encuestas) y Más Madrid mejoría sus resultados, igual que Unidas Podemos. 

Las encuestas también han sido fruto de polémica, en concreto la del CIS de Tezanos. Este jueves el PP ha denunciado ante la Junta Electoral que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) esté llevando a cabo otro sondeo sin habérselo comunicado a los partidos. 

Y es que, según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) no se pueden publicar encuestas desde cinco días antes de los comicios. Esto es, desde el pasado miércoles. Por su parte, fuentes del CIS se defienden alegando que los resultados no se harán públicos y que simplemente se trata de un estudio de uso interno para usarlo de cara a futuros sondeos.