La pandemia y la economía tensan un debate con Ayuso como objetivo a batir

Debate en Telemadrid
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EFE
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La pandemia, la crisis social y la economía centraron el debate a seis para el 4-M. Ayuso jugó la baza de mantener la ventaja que le dan las encuestas a lo largo de casi dos horas marcadas por las acusaciones entre bloques e intentos de marcar la diferencia por parte de los más rezagados.

Pandemia: las cifras como arma

El debate arrancó con ataques cruzados por la pandemia. La presidenta Ayuso defendió su gestión, presumió del hospital de Ifema y del Isabel Zendal, y afirmó que ha «luchado contra el virus» sin «arruinar» a la población ni dictar «cierres indiscriminados». También prometió un plan contra las listas de espera y dijo que Madrid tiene «la mejor» sanidad.

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Gabilondo le reprochó haber impedido la hospitalización de los mayores de las residencias con «órdenes terribles» y propuso fortalecer la atención primaria, García acusó a Ayuso de «sacrificar la salud» y cosechar «nefastos datos económicos», y pidió fortalecer la atención a la salud mental, e Iglesias afirmó que Madrid tiene los «peores» datos porque el PP utilizó el virus para «intentar hacer caer el Gobierno central», y prometió dentistas gratis. Tras esos dardos, la presidenta replicó que la izquierda «azuza el dolor».

Bal ejerció de árbitro y pidió no usar la pandemia como arma política. También propuso un «pacto de Estado» para «vacunar las 24 horas» y mejorar las condiciones de los sanitarios. Monasterio, finalmente, apostó por «levantar todas las restricciones» y culpó de los malos datos al Gobierno central.

Crisis social: vivienda, colas del hambre y menores migrantes

La tensión no bajó cuando se abordaron cuestiones sociales. Gabilondo alertó de que el precio del alquiler es un problema «tremendo» que hay que abordar con «seguridad jurídica», mientras Iglesias le reclamó «limitar los precios». Ayuso, por su parte, prometió un plan de vivienda para jóvenes y Bal, recuperar la deducción por compra.

El tono subió con las colas del hambre. PSOE, Más Madrid y UP acusaron a la presidenta por llamar «mantenidas subvencionadas» a estas personas, y ella replicó expresándoles su «respeto». En economía, agregó, «lo más importante es el empleo». Además, todos los candidatos criticaron la campaña de Vox sobre los menores migrantes no acompañados, a los que Monasterio acusó de generar «inseguridad» y de ‘okupar’ viviendas. Ayuso y Bal, además, le recordaron que este asunto es una competencia estatal.

Entre los reproches, se colaron algunas propuestas: reforzar el bilingüísmo en la escuela (PP), un complemento de 150 euros en el ingreso mínimo vital (PSOE), ayudas a la dependencia y los niños con discapacidad (Cs), contratar 16.000 docentes y una renta de cuidados (Más Madrid), un plan de rescate para la Cultura (UP) o adelgazar la administración (Vox).

Impuestos: PP, Cs y Vox prometen bajadas

Sobre impuestos, se dibujaron dos bloques: el de PP, Cs y Vox, que insistió en rebajas fiscales, y el de Más Madrid y UP, que sostuvo que quienes más tienen deben aportar más.

Gabilondo intentó quedarse en un punto medio y dijo que no subirá los tributos hasta que la recuperación tome impulso. Iglesias le replicó que no puede «hacer lo mismo que la derecha» y Bal también cuestionó al socialista, al pronosticar que sí subiría la presión fiscal.

Además, en su intervención, Ayuso se comprometió a «eliminar trabas burocráticas» y Monasterio exigió acabar con el toque de queda para no «arruinar» a los hosteleros. El PSOE prometió 1.300 millones en ayudas a empresas; Más Madrid pidió apostar por la industria, la innovación y la lucha contra el cambio climático; y UP propuso una banca pública para que el crédito llegue a pymes y autónomos.

Pactos: dos bloques y varias dudas

Los candidatos, por último, hablaron de posibles socios. PP, Cs y Vox se propusieron impedir que la izquierda tome el poder, pero Ayuso se limitó a pedir «libertad» para gobernar y no aclaró si prefiere a Cs o a Vox. Monasterio tampoco explicó si pediría consejerías al PP.

Al otro lado del tablero, Gabilondo ofreció «un Gobierno progresista» a Más Madrid y pidió «apoyo» a Iglesias para frenar a la derecha: «Pablo, tenemos 12 días para ganar las elecciones», le dijo al líder de UP, que reiteró su apuesta por una «coalición de izquierdas». García intentó superar los bloques y tendió la mano a Cs, pero Bal replicó que un Gobierno Gabilondo-Iglesias sería «un desastre».

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