Este año el festival de Eurovisión se celebra de forma presencial en la ciudad de Róterdam, en Holanda, Países Bajos, bajo medidas de seguridad contra el coronavirus, en un recinto con un aforo extremadamente limitado y muchas restricciones. 

La mayoría de las delegaciones viajarán hasta allí y actuarán en directo, pero las cosas con los viajes aún son muy inestables, con restricciones en las fronteras cambiando casi cada día, por lo que la organización había dictado que cada país grabara su actuación por si ocurrían imprevistos y emergencias, en lo que denominó la "actuación de respaldo". 

Pues bien, Australia es el primer país que tiene que echar mano de esa grabación, pues Montaigne, la candidata australiana y su canción Technicolour no podrán viajar por las restricciones. 

"Estoy emocionada porque aún puedo concursar con Technicolor este año, pero me entristece no poder aprovechar ese gigantesco escenario de Eurovisión", decía la cantante en un comunicado. 

"Es una fiesta tan hermosa y ni siquiera esta pandemia puede acabar con ella. Eurovisión vivirá para siempre", decía emocionada.

Australia compite como país invitado, a pesar de no ser europeo, pues en esa región el Festival tiene muchos seguidores y cuenta con una gran tradición. 

Los 38 candidatos restantes de este cantarán en directo en la 65ª edición y cuando le toque el turno a Australia se emitirá la grabación de respaldo. Australia concursa en la quinta posición de la primera semifinal, que se celebra el 18 de mayo.

Después llegará el día 20 la segunda semifinal y la final el día 22 de mayo. Blas Cantó con Voy a quedarme ya está clasificado para la final, por ser España uno de los países fundadores del Festival de Eurovisión.