Un equipo de investigadores mexicanos del Instituto Politécnico Nacional ha creado y presentado la primera mascarilla exclusivamente nasal, que pretende ayudar a frenar los contagios de Covid-19.

Patentada con el nombre de Mask Eating, se trata de una mascarilla que cubre unicamente las fosas nasales, y que evita la entrada en ellas de aerosoles, las pequeñas gotitas que son la primera causa de infección del coronavirus.

Los creadores de la mascarilla que no tapa la boca pero sí la nariz han explicado que la idearon con el propósito de que sirva a las personas en las acciones de comer o beber para frenar los contagios del virus.

Aunque no aspiran a sustituir a las mascarillas más habituales en el mercado, que cubren las fosas nasales y la boca, sí consideran sus creadores que puede servir a las personas en actividades sociales que impliquen comer y beber.

La Mask Eating utiliza un tejido que frena las partículas menores. Y, en estos momentos, sus creadores están negociando con una empresa que se podría encargar de su fabricación, de momento en México.