Los bloggeros han llamado en el ciberespacio "a que nadie tome café el sábado 11 de abril en las terrazas sino en su casa".

Según la Unión de Consumidores Neo Inka, que apoya esta iniciativa, "en Atenas se bebe uno de los cafés más caros de Europa" con un precio de entre 2,5 y 6 euros por taza.

"Es un atropello al cliente y una ganancia extraordinaria a costa de los consumidores", manifestó este viernes un representante de Neo Inka.

Menos clientela

Los responsables de numerosas cafeterías del centro de Atenas reconocen que la clientela se ha reducido desde que comenzó la crisis económica. Además, algunas terrazas en el casco histórico de la capital han sido afectadas por los disturbios sociales desatado el pasado mes de diciembre tras la muerte de un adolescente a manos de la policía.

"La gente no está de humor para relajarse debido a los problemas económicos", señaló un responsable de Jimmy's, una cadena de cafeterías en el centro administrativo de Atenas, muy popular entre políticos, periodistas y empresarios.

Por eso, muchas cafeterías han comenzado a ofrecer ofertas especiales como una reducción de los precios entre las 6.00 y 10.00 de la mañana, o precios especiales para los empleados de empresas que trabajan en el barrio.

Astronómicos alquileres

Eso sí, las cafeterías consideran que sus elevados precios se justifican con los astronómicos alquileres que deben pagar por los establecimientos en lugares céntricos. Además, destacan los altos impuestos que cobra el Ayuntamiento por uso de la vereda para las terrazas, los sueldos de los camareros y la alta calidad ofrecida a los clientes.

La prensa griega estima que se consumen unos 5.800 millones de tazas de café por año en toda Grecia, lo que le aporta a las cafeterías ingresos de unos 1.800 millones de euros.

Vivi, una joven capitalina, que toma su café en una de los locales más cosmopolitas del centro ateniense, declara que "el café es caro, pero no me privaré de ello".

Su amigo Panagiotis, asegura que "vale la pena gastar ese dinero, pero no todos los días. Aunque aumente el precio no cambiaré de costumbre pero sí reduciré la frecuencia".

Varios encargados de las cafeterías del centro de Atenas aseguraron este viernes que "el día del boicot, las cafeterías estarán repletas".