La pandemia del coronavirus ha atajado de raíz las relaciones sociales, sobre todo fiestas o eventos. Pero muchas personas optan por hacerse un test de antígenos, rápido y accesible, antes de acudir a una fiesta. El problema es que este método no ataja los contagios.

Tal y como recoge el diario ABC en un reportaje, estos tests tienen varios inconvenientes: pueden dar falsos negativos, por un lado. Y por otro, solamente certifican que en ese momento no tienes el virus, lo cual no implica que lo puedas contraer inmediatamente después.

Además, el test de antígenos puede proporcionar una falsa sensación de seguridad, que haga que las personas que se han sometido al mismo relajen las medidas de seguridad, como el uso de la mascarilla o la distancia interpersonal.

Además, hay varios y distintos test de antígenos. Como recoge ABC, el más común es el rápido de anticuerpos, que se hace con una muestra de sangre. Esta prueba no nos dice si hemos generado inmunidad contra el virus y tampoco si en ese momento tenemos el virus, por lo que esta prueba se usa solo para estudios epidemiológicos.

En la prueba de antígenos rápida, se introduce un hisopo por la nariz. Esta prueba sí identifica si tienes el virus en ese momento, ya que en ella se detectan las proteínas virales. Pero este test tampoco descarta la posibilidad de que arroje falsos negativos, sobre todo en asintomáticos.

Además, comparadas con la PCR, estas pruebas pueden dar negativo en casos de personas recién infectadas con cargas virales bajas, sobre todo si se trata de un test rápido de antígenos.