Dos meses sin tregua contra la COVID-19 en el hospital Isabel Zendal y 1.700 pacientes tratados

El pabellón 2 del hospital Enfermera Isabel Zendal, donde hay camas de hospitalización.
El pabellón 2 del hospital Enfermera Isabel Zendal, donde hay camas de hospitalización.
Jorge Paris
El pabellón 2 del hospital Enfermera Isabel Zendal, donde hay camas de hospitalización.
El pabellón 2 del hospital Enfermera Isabel Zendal, donde hay camas de hospitalización.
JORGE PARÍS

El hospital Enfermera Isabel Zendal cumple dos meses en marcha esta semana. Sesenta días en los que ha sido protagonista en todos los ámbitos posibles: político, sindical, parlamentario, mediático... y el que más importa, sanitario.

En torno al complejo levantado entre julio y noviembre de 2020 en Valdebebas hay un sinfín de consideraciones encontradas y varios números indiscutibles: 10.500 m2 de superficie, más de 100 millones de euros de inversión (el doble de lo presupuestado), algo más de un millar de sanitarios desplazados desde otros centros, alrededor de 1.700 pacientes tratados, unas 1.300 altas y en torno a 500 personas que ahora mismo están luchando contra la COVID-19.

Al Zendal te dan la bienvenida techos de hasta 12 metros y un zumbido constante. Es el sistema de ventilación que renueva el aire periódicamente y que junto a la altura del edificio está pensado para minimizar el riesgo de contagio de los sanitarios. Sobrepasado el umbral de la puerta, la única cifra que preocupa es el medio millar de pacientes que está ingresado. Unos, los más numerosos, en camas de hospitalización. Otros, los más graves, en camas de cuidados intermedios o intensivos, unidades que se han triplicado desde que el hospital echó a andar.

"La primera semana fue más o menos tranquila porque todos los pacientes estaban en hospitalización. Esto fue evolucionando", cuenta a 20minutos Fernando Prados, gerente del hospital. "El número de camas de UCI lo teníamos establecido primero en 5 y luego en 12. Y ahora ya estamos por encima de las 28 y sabemos que vamos a tener que incrementarlas", agrega.

El doctor Fernando Prados, gerente del hospital Isabel Zendal.
El doctor Fernando Prados, gerente del hospital Isabel Zendal.
Jorge Paris

Ese refuerzo ya se ha hecho en la unidad de cuidados respiratorios intermedios (UCRI). A medio camino entre el ingreso convencional y la UCI, su objetivo es monitorizar al paciente y atender sus necesidades al milímetro para evitar por todos los medios que acabe intubado y con respiración mecánica en la UCI. Ahora mismo, alrededor de medio centenar de pacientes están ingresados en esta novedosa unidad.

Alrededor del 10% de las personas que ingresan en el Zendal acaba en la UCRI o la UCI, según el doctor Prados. La mayoría son personas de avanzada edad, pero que nadie se lleve a engaño: por este hospital han pasado personas de todas las edades: desde los 20 a los 90 años. Afortunadamente, la mayoría ha estado en una cama convencional, que son las que más abundan. El pabellón 2 tiene 384 repartidas en 8 módulos: cada uno tiene 48, con su control de enfermería y baños compartidos. Hombres y mujeres están separados, aunque se mezclan en espacios comunes. Porque el pabellón es un ir y venir de sanitarios y pacientes, que pueden caminar por los pasillos si lo desean. A veces las caminatas acaban visitando a algún familiar que también está en el centro.

La organización por módulos fue muy criticada por la falta de intimidad que supone y se están poniendo biombos entre las camas.Los enfermeros sostienen que facilita su trabajo. "Que esté todo abierto permite una mayor visibilidad de cara al cuidado. Son pacientes con patología respiratoria que pueden empeorar en pocos minutos", señala Verónica Real, coordinadora de Enfermería.

La coordinadora de Enfermería del Zendal, Verónica Real, en el pabellón 2.
La coordinadora de Enfermería del Zendal, Verónica Real, en el pabellón 2.
Jorge Paris

"Cada cinco segundos pasa alguien y te pregunta qué tal", cuenta Andrés Dulanto, que ha estado una semana ingresado en el Zendal. Dulanto reconoce que llegó al hospital con cierto miedo por todo lo que había oído del centro, pero el temor se le esfumó cuando vio a sanitarios "volcadísimos".

El gerente del hospital tampoco quiere hablar más de polémicas o sabotajes intencionados. "Lo que es importante es que este hospital ya ha dado de alta a más de 1.300 pacientes que están ya en sus casas", asevera el doctor Prados, que como experto conocedor del coronavirus, sabe que no da tregua. "Tenemos preparado ya el tercer pabellón por si fuera necesario utilizarlo. Estamos a disposición de lo que esta pandemia nos marque", zanja.

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