El 2021 no ha podido empezar con un mayor número de malas noticias para la reina Isabel II. Más allá incluso de todas las que se refieren a la pandemia del coronavirus y hasta a las de su propia familia. Y es que la monarca, en apenas un mes y una semana de este nuevo año, ya ha tenido que escuchar tres veces que alguien cercano ha muerto.

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Si desde dentro de Buckingham Palace no han cesado de llegar a sus oídos que su hijo Andrés, duque de York, utilizaba una vil maniobra contra una de sus acusadoras por delitos sexuales, que uno de sus primos podría ir a la cárcel por agresión a una joven en su castillo, o que Hasnat Khan, expareja de Lady Di, se decidía por fin a hablar sobre la polémica entrevista de la princesa en la BBC 12 años después, la soberana ha tenido que llorar a solas la pérdida de personas que admiraba y quería.

Primero, a sus 88 años, fallecía una de sus primas más queridas, Lady Mary Colman, nada más comenzar enero; casi un mes después, a principios de esta semana, y a los 100 años, perdía la vida por una neumonía (y habiendo dado positivo en coronavirus) Tom Moore; y ahora, otro de sus amigos más cercanos, Lord Samuel Vestey, ha muerto.

Samuel, que tenía 79 años, era uno de los grandes amigos de Isabel II, y su defunción, que ha sido revelada por la revista especializada Racing Post, ha ocurrido apenas dos meses después de la de su esposa, Lady Celia, quien era la madrina del príncipe Harry.

El matrimonio era muy cercano a la monarca, acompañándola a diversos eventos, sobre todo los que tenían como principal atractivo el mundo de la hípica y los caballos, como en los que intervenían carruajes en el Royal Ascot (un célebre hipódromo británico), dado que Lord Samuel sentía una gran pasión por estos animales y se desempeñó como instructor de equitación y doma desde 1999 hasta 2018.

"Tuvo bastante éxito tanto de propietario como de criador [de caballos], pero también aportó mucho. Lord y Lady Vestey eran una pareja maravillosa, de los que se sabían el nombre de cada persona que venía a visitar su terreno: habla mucho de ellos cómo trataban a todos los demás", ha comentado al susodicho medio James Fanshawe, también entrenador de caballos de carreras.

Por el momento se desconocen las causas del fallecimiento y tampoco la familia ha querido hacer ningún comunicado al respecto. Cuando murió Lady Vestey sí que pidieron a sus allegados y amigos que no enviaran flores sino que destinaran ese dinero a la organización Ebony Horse Club.

El matrimonio, tal y como publicó el diario británico Suday Times, era uno de los más ricos de Reino Unido encontrándose en la posición 199 de una lista que publicaron (aunque habían descendido cuatro posiciones), con una fortuna de 721 millones de libras, casi 825 millones de euros.