La vil maniobra del príncipe Andrés contra una de sus acusadoras: mostrar su apoyo a una cuenta que la acosaba

El príncipe Andrés, en 2015.
El príncipe Andrés, en 2015.
GTRES
El príncipe Andrés, en 2015.

El príncipe Andrés ya sabe que ha perdido el favor del pueblo. Lo dicen las encuestas: es el miembro de la familia real británica con menos apoyos y más detractores. Hasta su madre, Isabel II, tuvo que hacer de tripas corazón y eliminar de la agenda pública de Buckingham Palace a su hijo, incluso para eventos como el 100º cumpleaños del duque de Edimburgo, que se celebrará en junio.

El problema es que cada noticia nueva que sale sobre él, a pesar de que sean muy espaciadas en el tiempo, no son nunca demasiado halagüeñas para su futuro. De hecho, en la que nos ocupa, demuestra una desesperación y una vileza de quien da palos de ciego.

Para entender su caída a los infiernos es necesario conocer quién es Virginia Roberts Giuffre, una de las víctimas de los abusos y trata de mujeres del multimillonario Jeffrey Epstein, quien habló públicamente sobre lo que ocurría en su -bautizada por la prensa- "Casa de los horrores" y que llegó a ser amenazada de muerte por ello.

Giuffre llegó a poner entre la espada y la pared a Andrés, quien de por sí ya se arrinconó negándose a colaborar con la justicia en el caso Epstein, en una entrevista en televisión que dio la vuelta al mundo porque dio a conocer que mantuvo relaciones no consentidas con el duque de York cuando ella era menor y en la que pedía ayuda "para librar esta batalla" contra el tráfico de mujeres, los abusos sexuales y la explotación.

El exmarido de Sarah Ferguson optó entonces por negar categóricamente todo lo que había dicho Giuffre sobre él (a pesar de que su fama le precedía, pues en el ejército recibió el sobrenombre de 'Andrés, el cachondo'), por lo que a Virginia no le quedó más remedio que airear una fotografía en la que se les veía juntos, añadiendo que la instantánea fue tomada la noche que el príncipe abusó de ella, en 2001.

Todo este contexto es importante para entender que, a raíz de ese momento, pocas personas se preocuparon de defender públicamente al hijo de Isabel II. Entre esas pocas personas destacó una usuaria de Twitter, Molly Skye Brown, una exreina de belleza adolescente, que a sus 42 años viven en Florida y es 'podcaster' cristiana.

Hay multitud de dimes y diretes, pero lo que está claro es que Skye Brown ha atacado sin remisión durante meses cada nueva publicación de Giuffre, acusándola entre otras cosas de haberse pasado al bando contrario en un momento dado -Molly es una activista contra la pedofilia y el abuso de menores-, siendo ella quien reclutaba las niñas para el tráfico sexual de Epstein.

De esto ella tendría conocimiento directamente a través de Ghislaine Maxwell, mano derecha de Epstein, quien intentó reclutarla para ser masajista en "la casa de los horrores" cuando ella tenía 14 años e iba a un gimnasio para menores en Palm Beach, cerca de una de las mansiones del banquero.

Ha sido el diario Daily Mail quien ha sacado a la luz que el equipo del príncipe Andrés se ha puesto en contacto con Skye Brown en varias ocasiones: primeramente, Antonia Marshall, asistenta de confianza de Sarah Ferguson, le envió un correo electrónico el 14 de diciembre para agradecerle su "apoyo online" contra Virginia Roberts Giuffre, según la propia Brown habría confesado.

"Hola, Molly. Trabajo para la duquesa de York y me preguntaba si en algún momento sería posible que sacaras tiempo para una tener charla rápida sobre el tuit que has publicado con la fotografía del duque, afirmando que ha sido editada y/o manipulada. ¡Muchas gracias por tu apoyo online!", decía el correo, el cual Brown envió al FBI al negarse a seguir colaborando.

Ella, que también ha cargado contra el reportaje del Daily Mail, sigue manteniendo que la imagen fue "retocada", aunque tilda de "desesperados" los intentos del príncipe y de su equipo de dorarle la píldora para que siguiera atacando a Virginia con contundencia en redes. También Mark Gallagher, experto en relaciones públicas y en gestión de crisis del duque de York, intentó convencer a Skye Brown para que su acoso no cesara.

Aunque el Daily Mail se ha intentado poner en contacto con algún portavoz del duque de York para dar su punto de vista sobre este tema, por ahora se han negado a hacer declaraciones. Mientras tanto, la historia se recrudece pues Antonia Marshall propuso crear una cuenta falsa de Twitter para espiar información a las víctimas de Epstein.

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