La actuación se produjo durante la tarde del domingo, poco tiempo después de que los agentes municipales recibieran varias llamadas telefónicas alertando de la fiesta.

Una vez en el local en el que se estaba desarrollando el encuentro, los agentes pudieron comprobar que, además de superar el límite máximo de personas en una reunión, los asistentes no respetaban la distancia de seguridad ni estaban utilizando mascarillas.

Durante el ejercicio de estas funciones dos agentes sufrieron agresiones, con lo que el resultado de la misma fue un detenido por atentado contra un agente de la autoridad y diversas actas al propietario del local, además de las más de 40 denuncias por no usar mascarillas y varias por romper el cierre perimetral.