La funcionaria que cambió las notas de Cifuentes asegura que tenía autorización de la universidad

La funcionaria Amalia Calonge, a su llegada a la Audiencia Provincial.
La funcionaria Amalia Calonge, a su llegada a la Audiencia Provincial.
EFE
La funcionaria Amalia Calonge, a su llegada a la Audiencia Provincial.
La funcionaria Amalia Calonge, a su llegada a la Audiencia Provincial.
EFE

Amalia Calonge, funcionaria de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), ha confirmado este lunes en sede judicial que modificó las notas del máster por el que se juzga a la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Lo ha hecho en la tercera sesión del 'caso Máster', en el que piden hasta tres años y medio de prisión para Cifuentes al acusarla de falsificar el acta de presentación del Trabajo de Fin de Máster (TFM).

En su declaración, Calonge ha apuntado directamente a un catedrático de la universidad, Pablo Chico, que a su vez la ha acusado de mentir y se ha justificado al apuntar que hubo presiones políticas. "¿Modificó las notas de Cifuentes de no presentada a 7,5 y también le puso 7,5 en la asignatura del TFM?. ¿Quien se lo dijo?", le han preguntado a Calonge, que ha respondido: "Me llamó Pablo Chico y le dije que me lo mandara por correo y lo pusiera por escrito. Me dijo que tenía un notable y que había habido un problema y que procediera al cambio de las notas".

"Esta señora faltó a la verdad", ha respondido, por su parte, Chico, que ha hablado sobre el interés que tenía la exasesora de Educación María Teresa Feito, también imputada en la causa, en conseguir la información para la rueda de prensa que dio el rector Javier Ramos el mismo día en el que se destapó el escándalo en la que señaló que todo lo relacionado con el máster de Cifuentes estaba correcto.

En este sentido, la versión del catedrático coincide con la de la otra investigada en la causa que no es Cifuentes, la profesora Cecilia Rosado. Hace una semana, confirmó ante el magistrado que recibió presiones de Feito para que apareciese el trabajo. “En las llamadas que me hace Feito por la mañana, lo primero que me dice es que el TFM tiene que aparecer. Después cambia y me dice: ‘Hay que hacer el trabajo’.”, relató Rosado.

El otro testigo de importancia que, como Calonge, ha declarado hoy ha sido Rafael van Grieken. El rector Javier Ramos puso los focos en él tras asistir a la Audiencia Provincial, donde se desarrolla el juicio, el pasado viernes. En su declaración, narró cómo Van Grieken le llamó en "numerosas" ocasiones para reclamar el acta del TFM falsificado por el que se juzga a la expresidenta.

El exconsejero, que ha confirmado no mantener una relación con Cifuentes más allá de la profesional, ha confirmado que llamó al rector en varias ocasiones en la mañana del 21 de marzo, en la que saltó el escándalo.

Sin embargo, lo ha justificado asegurando que entre la rueda de prensa que dio el rector "en la que dijo que no existía irregularidad alguna" y la llegada de la documentación que probaba eso a la Consejería que él dirigía pasaron "tres horas". "Le llamé en reiteradas ocasiones pidiéndole la documentación a la que había hecho alusión", ha dicho el exconsejero, que también fue profesor de la URJC. Sobre el papel de Feito, que era su asesora, Van Grieken ha explicado que "no tenía por qué tener comunicación con Presidencia" y ha dicho que "lo normal" es que sea la universidad quien guarda los actas y los trabajos.

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