La Comunidad de Madrid endurece desde este lunes, y hasta dentro de 15 días, el toque de queda y limita la actividad comercial, hostelera y de servicios para tratar de frenar los contagios de Covid-19. Además, con el mismo objetivo, se mantiene confinadas a 47 zonas básicas de salud y a cerca de una veintena de localidades. De momento, no hay limitación legal a las reuniones sociales que siguen fijadas en un máximo de 6 personas, pero desde el Gobierno regional recomiendan encarecidamente evitar los encuentros entre no convivientes.

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Fue el viernes cuando el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, y la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, anunciaron el endurecimiento de las restricciones debido la tendencia ascendente de casos registrada tras la Navidad. Si la última semana de 2020 se detectaron 16.369 infecciones por Covid-19, en la primera de 2021 se confirmaron 24.794.

Para revertir esta tendencia durante las próximas semanas, la Consejería de Sanidad adelanta desde este lunes una hora el toque de queda nocturno: no se podrá circular por la vía pública, salvo causa debidamente justificada (como laboral o médica), entre las 23.00 horas y las 6.00.

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Igualmente, se limita el horario de todas las actividades no consideradas esenciales. Comercios, bares, restaurantes, teatros, cines... todos los establecimientos deberán echar el cierre a las 22.00 horas desde este lunes en toda la región. Más allá de esa hora solo podrán permanecer abiertos centros médicos, farmacias, gasolineras o clínicas veterinarias, por citar solo algunos considerados de servicio imprescindible.

Estas medidas habrá que conjugarlas con los cierres perimetrales de hasta 47 zonas básicas de salud y 19 localidades. Todas ellas tendrán limitaciones de salida y entrada, salvo las que sean justificadas, al menos hasta el 24 de enero, aunque hay algunos puntos de la región en los que ya se han establecido limitaciones hasta el 1 de febrero (a saber: la zona de Las Matas, en Las Rozas; Sierra de Guadarrama, en Collado Villalba; Parque Coimbra, en Móstoles; Alicante, El Naranjo y Parque Loranca, en Fuenlabrada; y los municipios de Fuente el Saz, San Agustín de Guadalix, El Molar, Pedrezuela y La Cabrera).

En las zonas con restricciones vive el 20% de la población total de la comunidad (algo más de 1,2 millones de personas, de acuerdo con los datos del Gobierno regional) y concentran el 25% de casos de Covid-19. Además de la prohibición de entrada y salida, comercios y restaurantes tienen limitado su aforo a la mitad, los parques infantiles están cerrados y se consideran zonas prioritarias de realización de pruebas diagnósticas, entre otras medidas.

Según anunciaron los responsables de la Consejería de Sanidad el viernes, los criterios para dictar cierres perimetrales en municipios al completo y por barrios o zonas básicas han cambiado. Ya no se tiene en cuenta que la incidencia acumulada a 14 días supere el umbral de 400 casos por cada 100.000 habitantes, ahora se dictan limitaciones cuando se supera la incidencia acumulada a 14 días de la media en la Comunidad de Madrid (actualmente en los 618 casos por 100.000 habitantes), si se observa transmisión comunitaria y si se detecta "una tendencia creciente significativa".

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Respecto a las reuniones sociales y familiares no se ha tomado ninguna decisión nueva, a pesar de que según los datos facilitados por la propia Comunidad son el origen de alrededor del 80% de los casos. Estos encuentros, tanto en el ámbito público como en el privado, siguen estando restringidos a un máximo de seis personas y la novedad es que el Ejecutivo regional hace una petición expresa sobre ellos: que se eviten las reuniones en domicilios entre personas que no convivan en la misma casa.

Otras comunidades, como Galicia, Murcia o Baleares, han decidido en los últimos días restringir las reuniones sociales (limitando por debajo de 6 los asistentes o directamente prohibiéndolas entre no convivientes), pero Madrid no ha optado por este camino.