En rueda de prensa, Gastón ha señalado que los datos de paro cumplen "la expectativa en negativo" que tenía su Departamento de 2020, un año que ha sido, "en su conjunto, malo para el empleo", al igual que el mes de diciembre. Ha remarcado que los datos de desempleados son consecuencia directa de la situación sanitaria y las restricciones que se han tenido que poner en marcha para frenar la propagación de la COVID-19.

Respecto al mes de diciembre, ha comentado que lo normal es que sean positivos, pero en esta ocasión hay 2.209 parados más. "Si nos fijamos en el dato interanual, el incremento se dispara hasta el 27 por ciento, con 17.509 parados más, una brecha interanual no es el incremento más alto, que se produjo en mayo, pero es relevante y supera los datos nacionales".

Gastón ha lamentado que todos los sectores económicos hayan aumentado el paro, estando a la cabeza el servicios, seguido por industria. Además, el colectivo de personas sin trabajo anterior es entre el que más desempleo hay.

"Normalmente, los primeros empleos para todos estos inscritos suelen estar en las campañas navideñas o estivales, carencia que nuestro mercado laboral ha visto en el pasado mes", ha opinado. Respecto a los jóvenes, ha dicho que hay 32.160 parados en este colectivo, un 39,05 por ciento del total de desempleados registrados.

"Si nos vamos al colectivo de parados de larga duración, los que llevan más de un año en esta situaciones suponen el 39,05 por ciento de los parados aragoneses. En cuanto a género, en el caso del colectivo masculino, se ha incrementado más en diciembre", ha expuesto.

CONTRATOS

Gastón ha dicho que viendo la evolución de la contratación, se han suscrito más de 32.000 contratos, de los que solo un 9 por ciento son indefinidos. Ha detallado que, en comparación con el año anterior, se registra un descenso en el número de contratos rubricados que está relacionado con las restricciones sanitarias.

La consejera de Economía ha incidido en que estos malos datos corresponden a las restricciones sanitarias que se han tenido que implantar en el comercio, hostelería y ocio, además de a la falta de movilidad que han frenado el dinamismo de la actividad, afectando especialmente al sector del esquí.