El 2020 nos ha abierto las puertas de la creatividad en el maquillaje del día a día, sobre todo en los ojos, que se han convertido en los principales protagonistas de nuestros looks. Este año se rompen todas las barreras para experimentar con nuevas técnicas y colores que teníamos olvidados.

El maquillaje de efecto acuarela no es algo nuevo (ya lo habían llevado antes Lucy Boynton, Cara Delevigne y Kylie Jenner), pero se nos presenta como una de las grandes tendencias gracias a su facilidad de aplicación como por tener los justo de llamativo para poder llevarlo en el día a día. 

Se trata de una forma divertida de aprovechar la mayor cantidad de nuevas opciones de sombras de ojos a la vez, y dependiendo de la combinación que elijamos, el maquillaje puede adquirir una vibración completamente diferente.

Aunque se puede recrear con colores muy vibrantes como el fucsia o el azul cerúleo, el efecto de acuarela se consigue mejor con sombras color pastel, muy empolvadas y pigmentadas, ya que se busca un efecto diluido.

Al ser los pasteles colores más apagados, nos permite jugar con aquellos que salen de nuestra zona de confort de tonos tierra como los azules, rosas, verdes, amarillos, violetas o corales, entre toda la paleta cromática.

La mejor manera de conseguirlo es utilizando un pincel de difuminar, ya que nos permite coger todo el color que queramos y que a la hora de aplicarlo quede un trazo muy fino y etéreo. Al utilizar colores pastel, el efecto que queda es muy luminoso, pudiendo extenderlos hasta la ceja e incluso los pómulos, sin olvidar nunca el párpado inferior para potenciar el efecto de acuarela.

Si utilizar varios colores nos parece demasiado, podemos utilizar solamente uno como hicieron los maquilladores del desfile primavera-verano de Alice & Olivia, que maquillaron así a todas las modelos sin añadir ni un solo color más. El resultado fue muy luminoso con cierto aire naíf.