Así se expresó el ex máximo responsable de la Sanidad pública de las islas Canarias en un foro impulsado por el periódico digital TiempodeCanarias.com y patrocinado por Philip Morris España.

Baltar incidió en que la primera "premisa clara" es que el mayor "éxito" de salud pública es lograr que alguien deje completamente de fumar o consumir nicotina, pero reconoció que el sistema fracasa "en un porcentaje altísimo".

Por ello, "no sería honesto que obviara una tercera vía" para aquellos que "fracasan en su voluntad" de hacerlo "si tenemos alternativas que bajan de forma significativa el daño" e incidió en que no está de acuerdo con "ocultar eso a los ciudadanos".

El ex consejero, de hecho, relató que esa postura de "absoluto bloqueo" por parte de los responsables de Salud pública en Canarias fue lo que se encontró cuando quiso profundizar en la materia siendo responsable de la Consejería canaria de Sanidad.

"Ni podía entrarse al debate. Hay miedo a que trascienda la imagen de que se favorece algo que incita a entrar [al mundo del tabaco] o que vuelva a reenganchar a fumadores", consideró.

NO DEJAR EN LA "ESTACADA A UN GRUPO IMPORTANTE DE POBLACIÓN"

Además, culminó explicando que ese temor "no tiene una explicación racional" y que negarse a ver las evidencias científico-médicas que soportan estos productos significará "probablemente estar dejando en la estacada a un grupo importante de población".

El médico Antonio Sierra, ex responsable de Salud pública canaria, explicó que el humo de la combustión del tabaco convencional tiene hasta "7.000 sustancias perjudiciales" y que alternativas como el tabaco calentado reducen hasta un 95% la exposición a estos.

"En medicina sabemos que la relación dosis efecto es implacable", argumentó. También recordó que las cifras de fumadores en España están en porcentajes parecidos a los de 1997 y que países como Estados Unidos o Reino Unido siguen otro camino con mejores resultados.

FISCALIDAD UNIFICADA PARA LA UE

También participó en el encuentro el director en Canarias de Pricewaterhouse Coopers (PwC), Jorge Gutiérrez, que consideró que la regulación del tabaco está algo "desfasada" y pidió un acuerdo a escala Unión Europea (UE) sobre "qué y cómo gravar" todos los productos, de manera que se diferencie entre aquellos que producen más y menos daño a la salud.

"La regulación se ha quedado atrás; debería hacer un esfuerzo por actualizarse", remarcó, recordando de paso que la fiscalidad del tabaco en España supone 11.000 millones en el conjunto del país y más de 300 millones en las islas Canarias y que el equilibrio a veces es complejo entre subir la fiscalidad y no impulsar el "comercio ilícito" y hasta impulsar el consumo.