De las conclusiones del informe, que trata de determinar la causa del fallecimiento, sobre el análisis de los músculos de la pared torácica se establece que "la presencia de infiltrado hemático (sangre) es de muy escasa intensidad y en una de ellas está prácticamente ausente".

Señala además que en las muestras estudiadas "no se ha observado ningún otro signo asociado a vitalidad (fibrina, infiltrado inflamatorio, etc)", por lo que "la cronología debe situarse en un período perimortal" (cercano a la muerte), sin que se precise si la rotura del esternón se produjo antes o después del fallecimiento.

Este informe ha sido remitido hoy a las partes por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Roquetas de Mar que investiga el caso, en el que están imputados nueve guardias civiles, y con él, se refuerza la teoría sostenida en el estudio realizado en agosto por el Servicio Criminalístico del INT sobre la fractura del esternón.

En el informe forense se ha realizado un estudio microscópico de la muestra de tejidos musculares de la pared torácica, con el fin de aportar nuevos datos que permitan determinar las causas de la muerte del agricultor de 39 años que el pasado 24 de julio acudió al cuartel de la Guardia Civil de Roquetas para solicitar ayuda por verse involucrado un accidente de tráfico y salió de allí sin vida.

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