El abogado José Ramón Cantalejo aseguró que el informe señala que "la causa inmediata de la muerte (ocurrida el 24 de julio) es una insuficiencia respiratoria o cardiorrespiratoria aguda" y establece que "existe relación de causalidad entre el fallecimiento y la situación de detención del sujeto".

La paliza que recibió fue de tal tamaño que todos los órganos de su cuerpo tenían lesiones, desde la cabeza a los brazos, el abdomen o los pies", dijo el letrado, que añadió que "se cuentan más de cuarenta golpes" y que, "según el forense, tenía roto el esternón de tumbarlo en el suelo, poner un pie sobre él y tirar hacia arriba".

"Tiene también señales de asfixia en el cuello", dijo Cantalejo, que añadió que la autopsia explica que "inicialmente, puede deducirse que el fallecido fue sujetado en algún momento por el cuello, ejerciendo presión sobre el mismo pero sin llegar a ocluir la vía respiratoria".

Según informó en su día la Guardia Civil, el detenido se personó en las dependencias del cuartel, tras haber tenido un accidente y ser perseguido por otro vehículo. Una vez allí, según el Instituto Armado, se alteró emocionalmente -cuando se decidió practicarle la prueba de alcoholemia- con una crisis nerviosa y reaccionó con signos de violencia contra los componentes del Cuerpo, por lo que fue reducido y arrestado.

Posteriormente, en el patio del cuartel volvió a alterarse y entró de nuevo en crisis "siendo preso al parecer de un infarto de miocardio", según la Guardia Civil.

El Ministerio del Interior suspendió "de manera fulminante en sus funciones" y ha abierto un expediente disciplinario por falta muy grave al teniente J.M.R., quien hizo uso de dos armas no reglamentarias, dos porras, una eléctrica y otra extensible, para intentar reducir al detenido.

El abogado de la familia, que presentó una denuncia ante la Comandancia de la Guardia Civil de Almería por "lesiones con resultado de muerte" y "trato vejatorio", adelantó que, una vez que este miércoles se tomen las declaraciones, va a pedir a la titular del Juzgado número 1 de Roquetas, en el que se instruyen las diligencias, cárcel para el autor o autores de los hechos.

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