La crisis de la vivienda: los otros sin hogar, obligados a compartir piso

  • Son gente de mediana edad, mileuristas y familias alquilan habitaciones forzosamente por no poder acceder a una casa.
  • Barcelona tiene las habitaciones más caras del país a causa de la alta demanda, su precio aumentó un 2,9% en 2019.
  • La Síndica de Greuges reclama un estudio que ponga cifras al problema, ya que todavía no existen estadísticas oficiales.
Compartir piso es una opción cada vez más habitual por culpa de la crisis.
El perfil de persona que comparte piso en Barcelona ya no es solamente el clásico joven estudiante.
FLICKR/Fe Landgraf
Compartir piso es una opción cada vez más habitual por culpa de la crisis.

El problema de acceso a la vivienda ya está enquistado en Barcelona. Los portales inmobiliarios apuntan que es el municipio español donde sale más caro alquilar un piso desde el 2015. Como consecuencia, cada vez son más los que se ven obligados a compartir piso forzosamente. 

El perfil de persona que comparte piso en Barcelona ya no es solamente el clásico joven estudiante. Son familias enteras metidas en una habitación, personas de mediana edad, trabajadores mileuristas que con sus sueldos no tienen suficiente para comprar o arrendar una vivienda en condiciones. Se trata del “sinhogarismo oculto”, un problema invisibilizado pero real sobre el que la Síndica de Greuges de Barcelona alerta que hay que abordar desde las administraciones, según un informe que ha presentado este martes en rueda de prensa.

De hecho, el aumento de personas que se ven abocadas a compartir piso forzosamente habría provocado un encarecimiento del precio de las habitaciones, concretamente del 2,9% en el 2019, según fuentes no oficiales consultadas por la Síndica.

"No son personas sin techo, pero sí sin hogar"

Las Naciones Unidas lo dicen bien claro: "Una vivienda adecuada debe brindar más que cuatro paredes y un techo". No obstante, a ojos de la Síndica, esto no se tiene en cuenta desde las administraciones.

Las Naciones Unidas consideran que "una vivienda adecuada debe brindar más que cuatro paredes y un techo"

Según Pilar Aldea, asesora especializada en vivienda de la Síndica, la situación de las personas que viven en lugares inadecuados está "invisibilizada, porque tienen una parte de la necesidad cubierta", pero insiste: "No son personas sin techo, pero sí sin hogar".

El "sinhogarismo oculto" no solamente afecta a los compañeros de piso forzosos, sino también a aquellas personas que duermen en contenedores, albergues, nichos, pisos patera, camas calientes o que viven con la familia porque no tienen otra opción.

“Lo que tienen en común todos es la sensación de que esa habitación no la sienten como un hogar propio. Siempre tienen la sensación de que es algo temporal, porque no pueden desarrollar su vida como querrían", apunta Aldea.

Estadística inexistente

Como primer paso para remediar el problema, la Síndica de Greuges de Barcelona reclama a la administración que haga estudios estadísticos para concretar cuál es la magnitud real del problema. Actualmente se carece de investigaciones y se desconoce la cifra exacta de cuántas personas se encuentran en situación de “sinhogarismo oculto”. Una vez se obtengan los datos, ya se podrían diseñar y poner en marcha políticas para hacer frente a la situación.

La Síndica insiste en la necesidad de que la administración realice un estudio empírico que ponga cifras al problema

“Nuestra recomendación es hacer un estudio real de lo que está pasando", ha apuntado Sergio Nasarre-Aznar, director de de la Cátedra UNESCO de Vivienda en la Universidad Rovira i Virgili. Sobre esto también ha insistido Maria Assumpció Vilà, síndica de greuges de Barcelona: “Hay que ponerle cifras al fenómeno del ‘sinhogarismo oculto’, porque estamos hablando de muchas personas. Nosotros solo podemos hacer una mera aproximación”, ha dicho.

Aunque todavía no existen estudios empíricos que analicen el problema, algunos datos oficiales ya lo reflejan en cierta manera: "Se está viendo que, en determinados barrios de la ciudad, hay un porcentaje más alto de pisos donde hay censadas más de cinco o seis personas, y además en zonas donde los pisos suelen ser pequeños", ha expuesto Nasarre-Aznar. Los distritos donde se ha detectado esta situación son Nou Barris, Ciutat Vella y Sants-Montjuïc, que además coinciden con los que tienen las rentas más bajas de la ciudad, según datos oficiales.

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