Cataluña recupera cierta normalidad con la apertura de los bares

La propietaria de un bar de Barcelona monta la terraza en el primer día de reapertura de la restauración en Catalunya.
La propietaria de un bar de Barcelona monta la terraza en el primer día de reapertura de la restauración en Catalunya.
Hugo Fernández
La propietaria de un bar de Barcelona monta la terraza en el primer día de reapertura de la restauración en Catalunya.

Este lunes Cataluña ha recuperado parte de su normalidad con la esperada reapertura de la restauración, gimnasios y cultura. Hoy comienza la primera fase de las cuatro del plan de desescalada de la Generalitat, con el que se retomarán paulatinamente las actividades clausuradas hace 40 días por la segunda ola de la pandemia de la Covid-19.

A primera hora de la mañana, las calles ya han comenzado a respirar un poco más de vida. Con las terrazas ya colocadas, los catalanes cambiaban los cafés para llevar por tazas de porcelana y sustituían los bancos de la calle por mesas y sillas al sol. 

En este primer tramo, la hostelería puede abrir de 6.00 a 21.30 horas. En las terrazas se permite el 100% del aforo con una ocupación máxima de cuatro personas por mesa, excepto que se trate de grupos de convivencia, y distancia mínima de dos metros entre mesas. En el interior de los establecimientos se ha fijado un aforo máximo del 30%, con buena ventilación natural o forzada.

El 30% de los negocios siguen cerrados

En la ciudad de Barcelona han abierto alrededor del 70% de los negocios, según cálculos del Gremi de Restauració. Los locales pequeños sin terraza y aquellos donde las cenas tienen un peso determinante son los que, en muchos casos, han visto inviable reabrir con las restricciones del Govern. 

Sobre este asunto, el director del Gremi, Roger Pallarols, ha recordado que "no podemos obviar que hay muchos negocios que no ven viable la reapertura con las condiciones de este primer tramo de desescalada" y ha instado a la Generalitat a "estudiar un alargamiento del horario hasta las 00.00h y la consiguiente modificación del toque de queda, a tiempo para el puente de la Puríssima y para el inicio de la campaña de Navidad". 

Por su parte, los gimnasios han podido abrir sus puertas con un aforo máximo del 30%, cita previa y sin vestuarios excepto en piscinas. A primera hora de la mañana, varios centros ya rozaban la máxima ocupación permitida y registraban nuevas altas de socios, tras 40 días de inactividad.

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