Azcón expresa su "tristeza" por que "los herederos" de ETA" tengan ahora "un espacio en la escena pública"

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha reconocido que le entristece "que los herederos de la banda terrorista ETA, el partido político Bildu", tengan ahora "un espacio en la escena pública". "No se lo merecen, es una ignominia, condenable, execrable", ha afirmado tajante.

Así se ha pronunciado durante el homenaje y recuerdo al coronel de Aviación Luis Constante Acín, asesinado por los GRAPO en 1980, con la colocación de una placa conmemorativa en el lugar donde fue asesinado, en la calle Ruiz Anglada de la capital aragonesa, en la confluencia con Gran Vía.

En el acto, han estado presentes familiares de Constante, entre ellos, dos de sus tres hijos y dos de sus cuatro nietos, así como la concejal delegada de Víctimas del Terrorismo del consistorio zaragozano, Patricia Cavero, el jefe de Movilidad Aérea del Mando Aéreo de Combate, general Julián Roldán, y representantes de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) en Aragón y del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE).

El alcalde ha dicho lo siguiente: "Hoy nuestra democracia no es más fuerte cuando los que no han condenado asesinatos como el que estamos recordando tienen ese papel en la política de nuestro país", quienes, además, "nos quieren hacer creer una narrativa de lo que ha sido el terrorismo" en la que "la situación de las víctimas sea igual a la de los verdugos".

Eso "no es así", ha subrayado rotundo, sino que en España ha habido durante muchos años "asesinos y hombres y mujeres buenos que eran asesinados" y por eso "hay que dar la batalla del relato", "que tiene que estar basado en la memoria, la dignidad y la justicia", como hacen las asociaciones de víctimas, a quienes las instituciones "tenemos que apoyar".

"No es verdad que los terroristas no tuvieran otra alternativa que matar para poder reivindicar sus ideas; lo que querían era imponernos sus ideas socialistas revolucionarias, de xenofobia y racismo en una democracia libre, a través del asesinando, la extorsión y los secuestros", ha añadido Azcón.

RECORDAR

El alcalde de Zaragoza ha considerado que hay que llamar a las cosas por su nombre y "recordar en nuestra ciudad a todos aquellos que han sido héroes de nuestra democracia, que fueron asesinados vilmente por el terrorismo, cualquiera que fuera el origen de éste".

Azcón ha esgrimido que en democracia la forma de defender las ideas es la palabra y por eso ha proclamado: "Nunca más la muerte, nunca más el secuestro, nunca más la extorsión".

Ha agradecido la presencia de la familia de Luis Constante en un acto "sencillo, pero emotivo", que "es de justicia" y ha deseado que sirva, "aunque sea en una mínima parte, para reconfortar y agradecer la generosidad" que supone dar la vida por la democracia.

Según ha expuesto, Constante fue asesinado "con cuatro balas de oído, resentimiento y rencor" y "es importante que la ciudad recuerde" y "los muros de silencio y oscuridad puedan ser derribados con pequeños gestos como éste".

"Tenemos que plantearnos como una obligación moral de los demócratas" recordar a los que fueron víctimas del terrorismo, "pero sobre todo héroes" porque tener memoria "significa seguir avanzando en la fortaleza de nuestro sistema democrático y en la lucha por la libertad y por los derechos humanos", ha esgrimido.

También ha sostenido que, ahora, gracias al trabajo de la sociedad, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de la Constitución española y de los jueces y fiscales "no tenemos que hablar de los crímenes de ETA o de los crímenes del GRAPO", pero "no debemos olvidar que hay otros terrorismo, como el yihadista, que amenazan las sociedades libres".

HERIDA

El nieto del coronel asesinado por ETA, Luis Constante Luna, ha intervenido en nombre de la familia y ha señalado que lo sucedido hace cuarenta años "es una herida que forma parte de nuestra familia, de la ciudad de Zaragoza y de la sociedad española".

"Volver la vista sobre ella es una oportunidad de saber quiénes somos y afrontar el futuro con conocimiento y conciencia, prevenidos ante quienes quieran traer de vuelta días oscuras de odio, soberbia y sometimiento", ha sostenido.

Además, ha continuado, aunque ahora "ninguno tenemos que volver la vista temiendo que alguien nos dispare", hubo un tiempo en España en el que algunos debían hacerlo "por el mero hecho de vivir y trabajar de acuerdo con sus ideas y valores".

"Mi abuelo Luis y el resto de víctimas del terrorismo son testimonio de aquellos años en los que en España unos -ocultos tras ideas, siglas y capuchas- se arrogaban el derecho de decidir sobre la vida de los otros, convencidos de que no debía existir otro mundo más que el tuyo", ha lamentado.

El nieto de Luis Constante ha expuesto que ante la "paz y normalidad" actual la memoria ignora, a veces, las heridas y los sacrificios, pero "buena parte de lo que disfrutamos es la herencia que nos legaron quienes nos precedieron, especialmente de aquellos que murieron en el camino, construyendo este país con su vivir y con su hacer, esperanzados por dejar tras de sí una vida mejor para los que vinimos después".

DERRIBAR LA OSCURIDAD

El nieto de Constante ha señalado que la muerte "deja siempre tras de sí un gran vacío y el dolor y la tristeza levantan muros de silencios y oscuridad con los que nos conformamos esperando que lo cotidiano termine rellenando ese vacío".

Ahora, esta placa permite a su familia "derribar esos muros" y, además, hace presente "a la persona que fue arrancada del lado de quienes lo querían y de quienes debíamos haberlo conocido". También supone para ellos "una muestra de aprecio y cariño por parte de una ciudad que acoge y hace suya aquella desgracia que forma parte de nosotros".

"Esperamos que su recuerdo sea una oportunidad para la sociedad zaragozana y española de tomar conciencia de sus propias heridas y por eso expresar nuestro agradecimiento" al Ayuntamiento de Zaragoza "por su labor cercanía demostrada hacia las víctimas del terrorismo". Ha querido también recordar a todos aquellos que, como su abuelo, "dieron su vida para por construir un mundo mucho mejor para todos".

UN 19 DE NOVIEMBRE

La concejal delegada de Víctimas del Terrorismo, Patricia Cavero, ha explicado que fue un 19 de noviembre de 1980 cuando "los asesinos le dispararon con absoluta cobardía cuatro balazos que le dejaron en coma profundo y acabaron con su vida cinco días después", el 24 de noviembre, dejando viuda y tres hijos.

"Fue otro de los horribles crímenes que padeció Zaragoza por el azote del terrorismo de la ultraizquierda de los GRAPO, tan miserable y tan sin razón como los cometidos por la banda terrorista ETA", ha relatado.

Cavero ha añadido que Zaragoza "no olvida, ni olvidará nunca el sacrificio que sufrieron personas como Luis Constante, ni el dolor infinito que ha causado a las familias, ni el daño terrible infringido a nuestra sociedad, que vivió durísimas décadas, años, combatiendo a los asesinos".

Por eso, el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza ha creado su concejalía, entre cuyas tareas se encuentra recordar a las víctimas de la ciudad "para que su sacrificio tenga por lo menos el sentido de reforzar nuestros valores democráticos y mantener la repulsa de manera permanente de los asesinos y de quien hoy les siguen apoyando para escarnio de cualquier persona de bien".

Con este propósito, se van a señalar todos los lugares donde se cometieron atentados terroristas. "Es una deuda de nuestra ciudad por las víctimas" que se salda "dándoles el reconocimiento y el espacio de debate público que se merecen", ha apostillado la concejal.

Tras las intervenciones, los familiares han descubierto una placa situada en el suelo, donde se produjo el atentado, y el alcalde y el general Roldán ha depositado un ramo de flores.

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