El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y el concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, se han desplazado este miércoles, tras la celebración de la Junta de Gobierno en la que se ha aprobado la adquisición, hasta la calle María de Molina, donde se encuentra este teatro, el más antiguo de los que existen en la ciudad, inaugurado en 1861, pero que se encontraba sin uso desde hace casi 20 años.

Óscar Puente ha calificado de "histórico" este día porque el edificio pasa "a falta de la firma de la escritura a formar parte del patrimionio público de Valladolid" después de "mucho tiempo abandonado" y para dedicarse, como ha apuntado posteriormente Manuel Saravia, se rehabilitará mediante un formato similar al de las 'escuelas taller' para dedicarlo a un proyecto de artes escénicas.

El alcalde ha querido felicitar al equipo de la Concejalía de Planeamiento Urbanístico por el "sensacional trabajo" que han hecho para que la operación sea una realidad, pues partió de ellos la idea de recuperar el espacio para la ciudad y se han buscado "fórmulas imaginativas" para que apenas suponga desembolso económico para el Ayuntamiento.

Por su parte, Saravia ha llamado la atención sobre la diferencia entre el coste por el cual en su día Caja Duero -entidad financiera que primero se fusionó con Caja España y finalmente fue absorbida por Unicaja- adquirió el inmueble, en torno a 7 millones de euros, y la valoración que se ha realizado para fijar el coste en la permuta, concretamente en 1.946.586 euros.

La diferencia de valoración es de 20.000 euros más para el Lope de Vega que lo que se estima para la parcela que recibirá la entidad bancaria -1.925.000-, por lo que el Ayuntamiento deberá abonar esa cantidad para "equilibrar" la operación, que todavía está a falta de la firma de escrituras.

En cualquier caso, Saravia ha explicado que el hecho de que en la última modificación del PGOU se estableciera el uso cultural para este inmueble ha influido en el coste final del mismo, ya que asegura que Unicaja tanteó la posibilidad de "vender el edificio a otras entidades públicas o privadas y al ver que la exigencia de mantenimiento de usos escénicos se mantenía en el PGOU, ha visto que no tenia salida".

Queda por definir el uso final, aunque ambos ediles han confirmado que será de tipo cultural y, concretamente, vinculado con las artes escénicas. Además, han señalado que el inmueble ofrece la "potencialidad" de tener dos espacios que pueden ser autónomos, por un lado el teatro propiamente dicho y, por otro, el local del lateral que da a la calle 20 de Febrero que en su día se dedicó a un establecimiento hostelero vinculado al teatro.

Puente ha recordado que actualmente la ciudad cuenta con seis teatros para una población de 300.000 habitantes, una dato que, en su opinión, "no tiene comparación" en el territorio español y con este proyecto se podrá "seguir incrementando la actividad cultural".

Saravia ha apuntado que ese hecho permite dotar al inmueble de dos usos "no necesariamente distintos o desvinculados", sino más bien "dos usos culturales con cierta autonomía".

Por otro lado, como han confirmado Puente y Saravia, la rehabilitación del edificio del Teatro se abordará con una fórmula que dio "buen resultado" en el pasado, como fueron las escuelas taller que se emplearon para la recuperación de espacios como el patio de San Benito o el Teatro Calderón, proyecto con el que tendrá, ha destacado el concejal de Planeamiento Urbanístico, una similitud importante.

Con ello, subraya Saravia, se busca "mantener un edificio histórico fundamental para la ciudad y vincularlo a la escuela taller", por lo que se considera una "muy buena noticia" para Valladolid.

El concejal de Planeamiento Urbanístico ha dado por hecho que en el Presupuesto municipal de 2021 se incorporará una partida para comenzar a organizar el trabajo de la escuela taller y las operación de consolidación del Lope de Vega, que ahora mismo es "lo principal" para evitar que el patrimonio se degrade más.

De hecho, Saravia ha apuntado que se estima que el coste de las tareas "básicas" de consolidación será de algo más de un millón de euros, aunque se espera poder mantener el edificio.

El edil ha añadido que el equipo de Gobierno tiene otros dos proyectos de recuperación de patrimonio, como son el convento de Las Catalinas, adquirido hace dos años por el Ayuntamiento, y la antigua Azucarera de Santa Victoria, en los que también ha abierto la puerta a recurrir a escuelas taller para su rehabilitación.

La otra parte de la permuta es la parcela residencial del Callejón de la Alcoholera, en la que antiguamente se emplazaba la fábrica de Panibérica de Levaduras, que según ha señalado Saravia se dedicará a vivienda de protección pública.

Los términos de la permuta entre el Ayuntamiento y Unicaja Banco establecen que la valoración del Lope de Vega, actualmente propiedad de la entidad financiera, es de 1.946.586,30 euros impuestos excluidos, de conformidad con el informe de valoración efectuado por Tinsa.

El Ayuntamiento de Valladolid es dueño en pleno dominio de la parcela de 'Fábrica de Levadura', en el Callejón de la Alcoholera, registrada como parcela de suelo urbano consolidado, de uso residencial, para vivienda protegida y forma parte del patrimonio municipal del suelo. Está tasada por Tinsa en 1,92 millones de euros impuestos excluidos.

El Ayuntamiento de Valladolid y Unicaja Banco, S.A. tienen interés enpermutar las fincas antes señaladas y, dada la diferencia de valor entre ambos objetos, el Ayuntamiento abonará la diferencia a Unicaja la cantidad de 20.686,30 euros.