"Cuando recibí la noticia me encontraba llena de incertidumbre", ha confesado López, un "estado de preocupación, apatía y tristeza" del cual le sacó el anuncio de esta Espiga, pues le conectó con "lo más dulce y agradecido de la profesión".
Se trata, ha reconocido, de un "privilegio" que no está al alcance de todos los compañeros, pues "los avatares del oficio son diversos y no todo depende de talento y la perseverancia, sino que hace falta también la suerte", la que ella ha tenido de interpretar a personajes "bien escritos" y con directores "grandes" aunque concede que también ha "metido la pata".
"Soy solo una actriz que, con mucho esfuerzo, se ha ganado el privilegio de poder elegir en muchas ocasiones", ha aseverado López, cuyo deseo es que en el contexto de esta pandemia y en esta crisis "feroz y cruel" todos sus compañeros puedan seguir trabajando, que los cines y teatros cuenten con el respaldo de las instituciones y que la cultura, "en la totalidad de su expresión, no se vea contagiada como la salud, porque cuando esta falla solo quedan los sueños".
Así, con el pensamiento puesto en los compañeros y con "eterna gratitud" al público por permitirle llegar hasta aquí, la actriz ha arropado su Espiga de Honor al tiempo que ha alentado a seguir luchando "con fuerza y esperanza".
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