Cómo funcionan las freidoras sin aceite y trucos para usarlas

¿Es posible consumir alimentos fritos de forma saludable? ¿Se puede evitar el alto contenido en grasas de unas patatas fritas? Una de las alternativas para cocinar un alimento mediante este método de cocción y que sea menos calórico es utilizar una freidora sin aceite, ya que solo emplean una cucharada de esta grasa para cocinar abundantes platos. 

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Existen muchos modelos y marcas, pero el funcionamiento es similar en la mayoría. Las freidoras sin aceite son en realidad "pequeños hornos de convección por aire caliente" que consiguen un efecto parecido al de la freidora normal, tal y como explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). 

Este electrodoméstico cocina de forma homogénea los alimentos a través de una tecnología que permite que el aire caliente circule entre los alimentos gracias a la incorporación de unos ventiladores.

Elegir la capacidad adecuada y evitar que se sobrecaliente

En este sentido, la OCU probó estas freidoras con tres tipos de alimentos para comprobar su eficacia y, a nivel general, todos obtuvieron buenos resultados. Pero, ¿cómo usarla de forma correcta? ¿Cuáles son los trucos para sacarle el máximo partido? 

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En primer lugar, tienes que escoger la capacidad adecuada a tus necesidades. ¿Para cuántas personas cocinas habitualmente? Hay varias opciones disponibles: freidoras para cantidades menores de 500 gramos, esto es, para una persona o una pareja; entre 500 y 1.000 gramos, y de más de 1.000 gramos. 

Una vez adquirida, a la hora de utilizarla tienes que evitar que se sobrecargue. "La carga excesiva puede obstaculizar la circulación del aire y hacer que el aparato se sobrecaliente", advierten. Para evitar este problema, puedes probar a usar un peso o balanza de cocina antes de introducir los alimentos.

Mantener una correcta limpieza para no perder eficacia

Antes de poner en marcha el electrodoméstico, "agita el cesto para que los alimentos se repartan uniformemente". Hay modelos en el mercado que permiten extraerlo mientras está en funcionamiento, "lo que permite comprobar el punto y remover los alimentos". Otros, en cambio, deben permanecer cerrados y la comida se remueve gracias a unas paletas automáticas. 

¿Quieres cocinar patatas? Uno de los trucos más básicos consiste en no tostarlas demasiado porque "cuando más oscuro sea su color, más probable es que se haya formado acrilamida, una sustancia que conviene evitar todo lo posible", aclara la OCU. 

Por último, es esencial limpiar la freidora después de cada uso siguiendo las recomendaciones del fabricante para prolongar su vida útil y evitar que pierda eficacia. Es probable que algún elemento pueda lavarse en el lavavajillas, y "a menudo es suficiente con extraer la cubeta y usar una servilleta para eliminar los restos de aceite y las migas". El recubrimiento antiadherente, por su parte, suele limpiarse correctamente "con una esponja húmeda y un poco de lavavajillas", concluye la organización.