Es un óleo sobre lienzo, de 0,79 por 1,08 metros, fechado a mediados del siglo XVIII, de la escuela aragonesa y autor anónimo, que incrementa el patrimonio del Museo Goya de Fundación Ibercaja, que también cuenta con un boceto de la construcción de un edificio por los ángeles, procedente del legado de Camón Aznar, obra atribuida a Antonio González Velázquez, un primer boceto, luego desechado, para la pintura del templo pilarista.

El cuadro ha sido presentado este jueves por el presidente de Fundación Ibercaja, Amado Franco; el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis, Domingo Buesa, y la directora del Museo Goya, Rosario Añaños. Al acto también ha asistido el director de Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo Escrig, y la jefe de Cultura de Fundación Ibercaja, Mayte Ciriza.

La pintura se exhibe en una de las salas adyacentes del espacio Goya, junto a obras de los referentes artísticos de juventud del pintor aragonés, como los hermanos Bayeu y pintores españoles de la época. La directora del museo, Rosario Añaños, ha remarcado que esta incorporación "amplia y refuerza el discurso" de este espacio, "centrado en Goya, en su época, entorno e influencia en artistas posteriores".

El presidente de Fundación Ibercaja, Amado Franco, ha comentado que ésta es una obra de mediados del siglo XVIII, momento en el que nació la Ilustración, de la que es fruto la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, "que se empeñó en arrojar luz sobre las tinieblas de la sociedad a base de educación, cultura y aprendizaje a lo largo de toda la vida".

En la misma línea, la fundación que preside está "empeñada en aprender cada día más de Goya a través de su obra, su entorno, sus profesores, discípulos e interpretes, para así mostrarla al público en general" porque el pintor es "un símbolo de esta tierra y estamos todos comprendidos con hacerlo cada vez mayor", ha sostenido Amado Franco.

HISTORIA DE LA OBRA

El presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis, Domingo Buesa, ha contado que esta obra estuvo presente hace 25 años en Zaragoza en la exposición 'El Pilar es la columna. Historia de una devoción', que reunió todas las esculturas de la Virgen que había en España anteriores al siglo XVI y obras sobre la Santa Capilla, entre ellas, ésta.

Ha explicado que el cuadro había formado parte del patrimonio de los Condes de Fuentes, íntimamente relacionados con Goya, "que vivía en una casa frontera con su palacio en el Coso".

Buesa ha detallado que consiguieron la participación de esta obra en la exposición gracias al profesor Wifredo Rincón, responsable de Historia del Arte del Centro Superior de Investigaciones Científicas, que fue quien también advirtió de que la obra había salido a la venta catalogada como pintura del hijo de González Velázquez.

"Nos pone en alerta que la obra está en una galería a punto de ser vendida y se inicia una negociación por parte de Fundación Ibercaja para evitar que desaparezca del territorio español" ya que "se corría el riesgo de que pasara a manos desconocidas e incluso acabara en algún país de Europa", ha relatado Buesa.

El presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis ha añadido que, además, se pretendía que el cuadro volviera a sus orígenes, "al territorio aragonés, donde fue pintado y trabajado" y gracias tanto al presidente de la fundación, Amado Franco, como al director general, José Luis Rodrigo, "se logra sacar adelante" y "la fundación recupera el cuadro para ser expuesto en el Museo Goya".

PINTADA EN ZARAGOZA

Domingo Buesa ha precisado que esta obra se realizó en la capital aragonesa y es una interpretación del boceto que hizo Antonio González Velázquez para la pintura mural al fresco de la cúpula de la Santa Capilla.

Precisamente, se exhibe junto a un boceto de González Velázquez, luego desechado, para esa pintura del templo pilarista. Actualmente, los dos bocetos de González Velázquez de la cúpula son propiedad del Cabildo Metropolitano de Zaragoza, al que los regaló su autor el 16 de enero de 1754.

Buesa ha subrayado que la construcción de la Santa Capilla "supuso un revulsivo importante para el mundo del arte, no solo aragonés, sino español". Ha contado que González Velázquez acudió a Zaragoza "mandado por la Casa Real para decorar al fresco pinturas que hablaran de la venida de la Virgen a Zaragoza y de la construcción de la Santa Capilla".

Estaba recién llegado de Italia, "de la mano de Corrado Giaquinto", pintor italiano del rococó, de quien también se exhibe una obra en la misma sala que la del boceto y el cuadro 'Construcción del Templo del Pilar por los Ángeles'.

"La construcción de la Santa Capilla supuso un revulsivo, los artistas aragoneses empezaron a ver como planteaban allí su arte las grandes figuras de Europa" y "se ha escrito de las pinturas del Pilar y de la de la Santa Capilla que son el manifiesto del arte rococó y no es ninguna barbaridad", ha afirmado Buesa.

Asimismo, ha manifestado que 'Construcción del Templo del Pilar por los Ángeles' se ha atribuido a Goya. Así lo afirma el profesor José Luis Morales y Marín en la publicación 'Goya pintor religioso' de 1990, y también figuró como tal en la exposición 'El Pilar es la columna. Historia de una devoción', si bien en 2001 se realizó un estudio de los materiales del cuadro, que precisó su cronología en mediados del siglo XVIII, de escuela aragonesa y autor anónimo.

El presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis ha apuntado que, en todo caso, "no importan tanto eso, sino su significado y calidad artística", con una "pincelada preciosa y precisa" y un tratamiento de los colores "que es un manifiesto del arte rococó".

La obra "habla de cómo se trabajaba en la pintura en el siglo XVIII" y "está referenciada a la Virgen del Pilar, eje fundamental en la identidad de esta tierra aragonesa", ha dicho Buesa, para esgrimir que recuperar el patrimonio supone "recuperar la identidad y el futuro porque el patrimonio es la mejor escalera para un futuro de progreso y libertad", ha concluido.

LA OBRA

La directora del Museo Goya, Rosario Añaños, ha resaltado la importancia de que la obra se pueda exponer en este contexto. Según ha descrito, la pintura cuenta con dos planos, una parte inferior, terrenal, y la superior, de la gloria, donde aparecen pequeños querubines y grandes ángeles.

En la parte terrenal, se pueden ver dos maestros canteros ayudados por los ángeles, así como obreros y albañiles con sus instrumentos y utensilios, y un maestro arquitecto dibujando lo que está viendo de la Santa Capilla.

En el centro de la pintura se observa el pórtico de la Santa Capilla en la misma zona hacia la izquierda un edificio "que recuerda a la Zaragoza romana". La directora del museo ha destacado otros elementos como una corona de estrella, "símbolo mariano, haciendo referencia a la Santa Capilla" y la tradición rococó que se refleja, "con pinceladas sueltas y un colorido ocre, con amarillos, rojos, azules y verdes". Ha añadido que Goya bebió de estas fuentes y conoció los círculos en los que se produjo este cuatro.