El estado de alarma frente a la pandemia de Covid-19, decretado la semana pasada en Madrid, no ha sido un impedimento para que los vecinos de la capital celebrasen la festividad del Pilar. Y es que la Policía Municipal ha registrado, durante el pasado puente, más de 200 fiestas privadas ilegales y un total de 1.528 propuestas de sanción por botellones.

Entre estas reuniones, caracterizadas por concentraciones de personas que sobrepasaban el número permitido en las medidas establecidas, destacaron las desarrolladas en el distrito centro. En una de ellas, más concretamente en la calle Coloreros, el pasado domingo llegó a desalojarse un encuentro clandestino de unas 80 personas, que se encontraban en el interior de un domicilio con música a gran volumen, voces y un haz de luces. Una reunión por la que, además, los organizadores cobraban 20 euros por entrada.

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De mismo modo, en la mañana del domingo, los agentes interceptaron otra fiesta clandestina en el distrito de Tetuán, esta vez en un garaje en la calle Travesía de Pinos Alta. Un festejo que presumía de más de 90 personas sin mascarillas, consumiendo bebidas alcohólicas y escuchando música.

En cuanto a las denuncias por consumo de alcohol en vía pública, los conocidos como botellones, los funcionarios municipales han cursado un total de 1.528 propuestas de sanción durante estos días de vacaciones, además de 1.782 denuncias a personas por no usar la mascarilla en este mismo periodo.

Ante el trabajo realizado por dicho cuerpo de seguridad, la concejal delegada de Seguridad y Emergencias de Madrid, Inmaculada Sanz, ha agradecido su "magnífico trabajo" y el esfuerzo realizado "para combatir todas estas actitudes que nos ponen en riesgo a todos".