Los Emmy, los premios más importantes de la televisión, comenzaron este domingo por la noche la ceremonia de su 72ª edición con una gala que ha tenido que reinventarse de principio a fin por la pandemia del coronavirus.

El humorista Jimmy Kimmel, presentador del evento, dio la bienvenida desde el mítico Staples Center de Los Ángeles (EE UU), la sede símbolica de una cita que no contó con alfombra roja, invitados famosos ni discursos sobre el escenario. "Bienvenidos a los Pand-Emmys", bromeó.

La imagen vacía del centro de Los Ángeles, el mismo lugar en el que años atrás una masa de invitados, prensa y curiosos estarían congregados, dio prueba al inicio de la emisión de las raras circunstancias en las que los organizadores idearon un nuevo formato para una gala que, precisamente, destacaba por reunir a muchas estrellas con poca distancia social.

Con más de 130 conexiones en directo conexiones en directo repartidas por todo el mundo, los Emmy trataban de sacar adelante la la primera gran gala de premios durante la pandemia, una velada que servirá como prueba para lo que podría suceder en el futuro con otros galardones como los Oscar, los Globos de Oro o los Grammy.

En cuanto a la parte puramente competitiva, Watchmen, la miniserie de Damon Lindelof y HBO que dio continuidad al célebre cómic homónimo, se postulaba como la producción favorita con 26 nominaciones, por delante de La maravillosa señora Maisel, con 20 menciones, y de Ozark y Succession, que llegaron con 18 candidaturas.

El cuento de la criada, The Crown, Killing Eve, The Mandalorian, Better Call Saul, Ozark, Stranger Things y Succession optaban al Emmy a la mejor serie dramática.

El galardón a la mejor comedia se decidía entre Larry David, Dead to Me, The Good Place, Insecure, El método Kominsky, La maravillosa señora Maisel, Schitt's Creek y Lo que hacemos en las sombras.