Britney Spears se está convirtiendo en una figura muy popular últimamente. El movimiento Free Britney más el juicio por recuperar su libertad y dejar de estar en la tutela de su padre ha hecho que la cantante sea muy relevante durante este verano.

También muchas personas han estado poniendo en tela de juicio la salud mental de Britney, cuya presencia en redes sociales es tachada de rara y perturbadora. Una seguidora de Spears lo mencionó en una de las últimas publicaciones de la cantante en Instagram, y su novio salió corriendo a defenderla.

La hater, identificada como Kelly Oxford, escribió en uno de los comentarios que las fotografías y vídeos que sube Britney habían empezado a "darle miedo".

"¿Qué hay de malo en que la mayor estrella del mundo sea ella misma (divertida, humilde y auténtica) sin que le importe lo que piensen los demás?", ha contraatacado Sam Asghari, la actual pareja de la cantante.

Pero Asghari no se ha quedado solo ahí: "Necesitamos más personas como ellas y menos 'Karens'", añadía. En EE UU, el apodo de "Karen" es utilizado para aquellas mujeres blancas de mediana edad maleducadas que se creen con el derecho de hacer y decir lo que quieran, y que se victimizan si se las enfrentan.

Con mucha educación, el modelo continuó diciendo que Instagram "instaló hace 10 años" un botón que podría haber presionado con total libertad para dejar de seguir a Britney.

Sin duda, la edad no les ha resultado un impedimento (Britney tiene 38 y él 26) y ambos se quieren y se cuidan. Quizás sea Sam el que traiga toda la estabilidad que Britney necesita.