La guerra política que viven en los últimos días el Gobierno central y la Comunidad de Madrid disfrutó ayer de una pequeña tregua. Al menos, temporal. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, rebajó el tono empleado un día antes por el presidente, Pedro Sánchez, contra la autonomía al afirmar que Madrid está "tomando las medidas que tiene que tomar" para frenar la epidemia.
"Me consta que están tomando las medidas adecuadas para estabilizar esto", respondió el socialista al ser preguntado en una entrevista sobre los datos de contagios de la región, que lidera los rankings de casos diagnosticados, hospitalizados y fallecidos totales; un patrón que no se da en los ingresos en la UCI ni tampoco en la tasa de enfermos hospitalizados por cada millón de habitantes.
Estas declaraciones llegan después de que el pasado martes Sánchez presionara a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para que fuera al Congreso a solicitar el estado de alarma, que ya no se aplicará a todo el territorio pero sí por autonomías.
Por su parte, Ayuso censuró ayer en otra entrevista la actitud de Sánchez pues dijo no haber conocido "ningún país en el que el presidente arremeta contra su capital". En esa charla, la presidenta también aseguró que es "probable" que "prácticamente todos los niños" se contagien por la Covid "en una reunión familiar, en un parque o por un compañero" a lo largo del curso.
El presidente se mostró "preocupado" por la situación epidemiológica de Madrid y respaldó al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que el lunes señaló a la Comunidad. "Una gran parte de los diagnósticos y las defunciones se deben a una comunidad: Madrid", aseguró. Tanto estas palabras, como las de Sánchez, fueron mal recibidas por Ayuso, que primero señaló un "ensañamiento con Madrid que es perjudicial para España" y más tarde tiró de ironía para "agradecer" a Sánchez su "preocupación" e instarle a tener una reunión conjunta que lleva solicitando desde que llegó a Sol en agosto de 2019.
Con todo, Illa también quiso ir más allá al asegurar que mantiene una comunicación "muy fluida" con su homólogo madrileño, Enrique Ruiz Escudero, con quien se reunió de nuevo ayer.
Esta colaboración también la señaló el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, que aseguró que hay consejeros que sí hablan con "algunos ministros", aunque no puntualizó con quiénes. "Lamentablemente, al máximo nivel, entre el presidente y la presidenta, no ha habido esa colaboración", lamentó el vicepresidente, que insistió en que Sánchez "ni ha tenido a bien responder a las cartas" que le ha enviado Ayuso. Además, Aguado criticó "la dejación de funciones" del Gobierno y pidió al presidente que "además de predicar unidad, la ejerza".
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