En septiembre, una vez comenzado el curso, se evaluará la situación barajando cuatro escenarios posibles: la no presencialidad durante todo el semestre, la modalidad online con presencialidad redducida, una presencialidad rotatoria y la total presencialidad. En cuanto a los master, se plantea un incremento de la presencialidad a partir de octubre o bien la total presencialidad.
La facultad, con más de 1.500 alumnos, se adapta así a la situación sanitaria, consciente de la "complejidad organizativa" del centro y de la falta de espacios en el mismo. El centro alega que ha padecido en los últimos años, "incluso en condiciones normales de capacidad", problemas de espacio "para poder dar cabida de manera adecuada a todos sus estudios".
En este sentido, el documento consultado por Europa Press refleja que ya en condiciones normales el nivel de matrícula de los grupos "casi supera a la capacidad de las aulas de los dos edificios", con lo que con la separación estipulada de 1,5 metros entre el alumnado, "no es posible el desarrollo presencial de prácticamente ninguna actividad docente", ni teoría, ni prácticas, prácticas de laboratorio o tutorías grupales.
"La asignación de las aulas está muy ajustada ya al número de alumnado que componen cada uno de los grupos, en los que gran parte de las ocasiones llega al máximo exigido para la concesión de un nuevo grupo", destacan.
Con un volumen "muy elevado" de movimiento en el centro, el equipo decanal cree que evitar la formación de grupos y la aglomeración a la entrada de los edificios, o proceder a realizar una entrada escalonada, "resulta a todas luces inviable de asumir en el momento actual, a dos semanas lectivas efectivas para el inicio del curso".
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