La andadura de Saray en MasterChef ha tenido más sombras que luces. Una montaña rusa en la que la cordobesa ha amado y odiado al talent de La 1 a partes iguales. Del sueño que supuso para ella entrar en las cocinas a arremeter contra el programa, los jueves y sus propios compañeros.

Todo ello tras salir por la puerta de atrás y después de elaborar -o, mejor dicho, de dejar de elaborar- uno de los platos que quedarán para la historia del programa.

El último capítulo de esta peculiar relación se sirvió hace dos semanas, cuando la concursante pudo haber incumplido su contrato con Shine Iberia, la productora del programa, al filtrar su clasificación final.

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Coincidiendo con la fecha de grabación de la final, que se retrasó por la pandemia del coronavirus, la andaluza presuntamente subió una fotografía a sus redes sociales en la que exponía una clasificación final que, a la postre, ha coincidido de lleno con la que ha sido. En esa instantánea, Ana era la ganadora, seguida de Andy, Iván, Alberto y Luna, por ese orden. Tras el revuelo montado, esta fue borrada al instante y ella se excusó con el argumento de que era "su preferencia personal" para la final.

Ahora, 14 días después, que se haya cumplido a rajatabla hace pensar en que la cordobesa ha cumplido su particular venganza contra un programa que, según ha manifestado ella en alguna ocasión, la ha tratado mal. 

De confirmarse, la andaluza se podría enfrentar a una sanción por incumplimiento de contrato que podría rondar los 100.000 euros.