La 'némesis' del coronavirus se llama DIP: así funciona este parásito molecular que podría tener la llave para extinguirlo

Recreación artística de un coronavirus
Recreación artística de un coronavirus
Pixabay
Recreación artística de un coronavirus

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han puesto en marcha un proyecto con el que desarrollar fármacos antivirales que impidan la replicación del coronavirus SARS-CoV-2. Para ello, los investigadores del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas del CSIC (I²SysBio, mixto del CSIC y la Universidad de Valencia) se están centrando en las Partículas Defectivas Interferentes (DIPs, en sus siglas en inglés), un tipo de parásito molecular específico de los virus de ARN.

Este proyecto forma parte de la Plataforma de Salud Global, plataforma puesta en marcha por el propio CSIC en la que colaboran más de 200 grupos de investigación para abordar los retos que plantea la epidemia del coronavirus.

Santiago Elena, virólogo del CSIC y director del proyecto, explica que los propios virus, capaces de infectar todo tipo de organismos, también "están expuestos a otros oportunistas que se aprovechan de ellos e interfieren con su reproducción y acumulación".

Las DIPs se aprovechan de la capacidad de replicación del virus

Los parásitos oportunistas más habituales de los virus son las Partículas Defectivas Interferentes. Descubiertas a mediados del siglo XX, estas partículas están asociadas a la infección del virus de la gripe, pero también están presentes en muchos virus con ARN. "Prácticamente todos ellos producen genomas defectivos durante su replicación y un gran porcentaje de estos son DIPs", cuenta Elena.

Sin embargo, estas partículas son una pequeña secuencia de ARN sin información genética ni capacidad infectiva. Tienen unos elementos estructurales que hacen que la maquinaria del virus las replique y las empaquete en las cápsidas o cubiertas proteicas que lo envuelven.

"Como son pequeñas, replican y se acumulan mucho más rápido que el propio virus, consumiendo todos los recursos que este necesita para su replicación. En cada célula infectada se producen cada vez más DIPs y menos virus, hasta que llega un momento en el que hay una cantidad tan pequeña del virus que es incapaz de reproducirse, porque las DIPs lo han usado todo y se produce su extinción", cuenta Elena.

El proyecto busca estas partículas en el SARS-CoV-2

El proyecto busca la presencia de estas partículas durante durante la infección con el SARS-CoV-2 y en otros coronavirus. Tras esto, los investigadores intentarán probar la capacidad de estas partículas para eliminar el SARS-CoV-2 en células infectadas. Más tarde, se probaría en ratones.

Como estas partículas solo se replican en las células infectadas y están asociadas a un virus en particular, el fármaco resultante no tendría efectos secundarios. Además, como se transmiten junto al virus, pueden ser transmitidas entre células y entre personas. 

Si la persona recibe solo DIPs, estas no se reproducirán y no habrá ningún síntoma. Si por el contrario recibe DIPs y virus, el virus se replicará junto con las DIPs, "por lo que el ciclo de competencia entre ambos vuelve a empezar y conducirá, eventualmente, a la extinción del virus", explica Elena.

Santiago Elena cuenta que ya están probando antivirales de este tipo contra el virus de la gripe humana con "resultados muy prometedores en modelos animales". Por ello, ahora se busca conseguir lo mismo con coronavirus menos peligrosos que el SARS-CoV-2 y finalmente con este. Según Elena, probar el efecto viral de estas partículas y su ensayo en ratones podría llevar más de un año.

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