Fechas de la poda del olivo y cómo se hace correctamente

Campo de olivos
Campo de olivos.
Jesús Hellín
Campo de olivos

El olivo es una de las especies vegetales que se desarrolla en climas mediterráneos y que es capaz de soportar periodos de frío, así como temperaturas más elevadas y sequías. Sin embargo, este árbol requiere de una serie de cuidados como la poda tras la campaña de recolección de sus frutos.

¿Por qué es necesaria la poda del olivo? Esta operación sirve para "mantener el equilibrio entre las funciones vegetativas y reproductivas. De este modo, se pueden conseguir elevadas producciones sin que disminuya la vitalidad de los árboles, acortar el período improductivo en plantaciones jóvenes, alargar el período productivo y retrasar el envejecimiento del árbol", destaca el documento sobre Agronomía y Poda del Olivar publicado por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. 

La poda, entre otros cuidados necesarios, sirve para mantener un olivo sano, hacer que crezca de forma correcta y que se amplíen sus capacidades productivas. De esta manera, los principios básicos que debe cumplir la poda son los siguientes:

  • Equilibrar el crecimiento y la fructificación.
  • Acortar al máximo el período improductivo. 
  • Alargar el período productivo.
  • No desvitalizar o envejecer prematuramente el árbol.
  • Ser de coste económico.
  • Tener en cuenta las disponibilidades de agua, un factor limitante. 

¿Cuál es la época de la poda? 

La poda del olivo se realiza tras la recolección de los frutos que y dependerá del tipo de recolección y su destino. En el caso de la aceituna de mesa, la poda se suele realizar entre los meses de noviembre y diciembre en zonas con clima suave y poco riesgo de heladas. Por otro lado, la poda de aceitunas para la producción de aceite de oliva (aceituna de almazara) es más tardía y se realiza entre los meses de febrero y abril. 

Hay que tener en cuenta que en lugares con riesgo elevado de heladas se debe evitar la poda durante el invierno. "De esta forma, el árbol cuenta con una mayor masa foliar, que reducirá la radiación de calor del suelo a la atmósfera inmediatamente por debajo de la copa (efecto pantalla). Así, las temperaturas nocturnas descienden dentro de la copa en menor medida", señala el documento. 

Por otra parte, la poda del olivo tiene que realizarse cuando la actividad vegetativa del árbol sea la mínima. "Hay que evitar podar cuando la salvia está en movimiento y las cortezas se separan de la madera". Esto no siempre es posible, por ejemplo, en épocas de grandes cosechas. En estos casos, "en los cortes se debe dejar algo más de tocón y no deben realizarse con tijeras, hachas u otros instrumentos cortantes". Será mejor utilizar sierras que no separan la corteza de las maderas.

Tipos de poda 

A la hora de podar un olivo hay que tener en cuenta múltiples aspectos y uno de ellos es el objetivo que se persiga, ya que no siempre se realiza de la misma manera. Existen tres tipos de poda: de formación, de producción y de regeneración

La poda de formación tiene como objetivo el desarrollo y crecimiento del árbol y es la que se realiza cuando es joven. Se basa en "la obtención de un esqueleto (estructura) que sirva de soporte a los órganos vegetativos y a las cosechas durante toda la vida productiva del olivar". Durante esta etapa, la poda debe ser la mínima indispensable porque si se realizan intervenciones regularmente durante los primeros años de vida del árbol "se alarga el período improductivo y disminuye la cuantía de las primeras cosechas". 

La poda de producción se realiza durante el periodo adulto-joven de la vida del olivo ya que "mantienen de forma natural una alta relación hoja-madera". Durante este periodo el árbol se poda de forma ligera y es recomendable hacerlo con la menor intensidad posible, "sobre todo en las plantaciones de regadío y en las de secano con buena pluviometría". 

Si se realiza correctamente esta poda, se alargará el periodo producto del olivo. Uno de los consejos es incrementar la cantidad de radiación solar captada por la copa y mejorar así la calidad de la cosecha. No son recomendables los sistemas de poda que reducen de forma excesiva el volumen de la copa de los árboles, los que desequilibran la relación de la hoja y madera, o aquellos que exponen las ramas a la acción directa de la luz solar. 

Por último, la poda de regeneración es realmente importante para seguir recogiendo buenas cosechas. A medida que el olivo envejece, va disminuyendo la relación hoja-madera y cuando presente los primeros síntomas de envejecimiento se debe realizar para que emerjan nuevos brotes en las ramas.

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