¡Fin de curso! Un juego de mesa familiar para que los niños nos demuestren todo lo que han aprendido

Las notas finales están al caer. Después de un curso de esfuerzos y mucho aprendizaje, los más pequeños se preparan para disfrutar del verano y cargar las pilas para el próximo curso. Una época repleta de planes divertidos que, sin embargo, no debe dejar atrás la rutina y los buenos hábitos adquiridos durante el curso para que la cuesta de septiembre no sea demasiado dura. Así, entre playa, piscina o quedada con los amigos, deben tener espacio para leer, ayudarnos con las tareas de casa, potenciar su creatividad con manualidades o aprendiendo a tocar un instrumento e, incluso, para repasar aquellas materias a las que más les ha costado enfrentarse.

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Claro que es importante que enfoquemos el repaso como una actividad divertida que no les haga sentir que están haciendo deberes y en la que, además, podamos participar todos para fomentar los planes en familia. Y los juegos de mesa son perfectos para lograr este objetivo, enseñarles a jugar en equipo y, también, que las derrotas no tienen por qué ser malas.

Entre las muchas opciones disponibles destacan para esta labor aquellos que proponen preguntas de repaso del curso. Además de favorecer la memoria y obligarles a poner en práctica todo lo aprendido, podemos fomentar su autoestima, pues se darán cuenta de que el colegio es muy útil y práctico y que, si se esfuerzan, pueden pegarnos una paliza en el tablero de juego. Y es que, ¡los verdaderos expertos en Primaria son ellos! Y para demostrarlo, y, de paso, divertirnos en familia, el juego de ‘El primero de la clase’ nos propone todo un reto para mayores y pequeños. ¿Te animas a descubrirlo?

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Cómo convertirse en el primero de la clase

El tablero de este divertido juego nos invita a adentrarnos en una clase para avanzar de pupitre en pupitre hasta conseguir el graduado escolar y ser el primero de la clase. Para ello, debemos responder a diferentes preguntas sobre materias de la etapa de primaria: cultura general, sociales, matemáticas, música, lengua, deporte, plástica, inglés y, por último, la evaluación global. Así, podemos encontrarnos con cuestiones como ¿cuál es el pasado simple de este verbo en inglés?, ¿qué estilo de natación tienen nombre de animal? Y ¿cuál es el infinitivo dormíamos?, entre muchas otras preguntas.

Además, los colores de los pupitres en los que vamos cayendo nos indican que, entre otras acciones, si fallamos la respuesta estaremos obligados a quedarnos en esta casilla o, incluso, a retroceder.

Gracias a toda esta propuesta, los más pequeños de la casa pueden asimilar los conceptos de este ciclo educativo, desarrollarán su inteligencia, mejorarán su atención, ganarán en imaginación y se interesarán más por sus estudios.

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