Madrid está cerca de superar el siguiente nivel y entrar, el próximo lunes, en la fase 2 de la desescalada, en la que se amplía el número de personas que pueden reunirse en casas y asistir a velatorios o bodas; abren centros comerciales y restaurantes; y se amplía la franja horaria para correr o hacer deporte. Esa es, al menos, la esperanza de la Consejería de Sanidad madrileña, desde donde ayer se presumía de la felicitación por parte del Ministerio que dirige Salvador Illa en una reunión bilateral.

La decisión oficial, no obstante, se conocerá hoy. Todavía está por ver, pues, si Barcelona y su área metropolitana siguen la estela de la capital y dan un paso más en la desescalada, como ha pedido el presidente de la Generalitat, Quim Torra. También lo ha hecho Castilla y León, la otra autonomía junto a estas dos que aún no está en su totalidad en la fase 2.

Por su parte, otras trece comunidades han solicitado pasar a la fase 3 el próximo lunes. Entre ellas, Aragón. También Melilla, a diferencia de Ceuta, que ha pedido seguir como está debido a que ha registrado un repunte de casos positivos por coronavirus a raíz de varias celebraciones. Un movimiento similar ha sido el acometido por la Comunidad Valenciana. Ximo Puig, su presidente, ha defendido seguir en la fase 2 una semana más "por prudencia".

Comunidad de Madrid

En la reunión que mantuvieron ayer el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y el Ministerio hubo "cordialidad" y el Gobierno "valoró positivamente" el trabajo realizado por Madrid, según fuentes conocedoras del encuentro.

Escudero destacó que el número de pacientes hospitalizados ha bajado un 97% y el número de ingresados apenas supera los 500. Además, también ha descendido casi un 90% el número de pacientes UCI, un 98%, el número de fallecidos, un 94% el número de pacientes pendientes de ingreso en Urgencias y un 90%, el número de pacientes en seguimiento domiciliario en Atención Primaria.

Respecto al protocolo de seguimiento de casos activos, la Comunidad aseguró que en menos de un mes ya ha realizado casi 90.000 pruebas PCR (casi 4.000 al día). De todos ellos, solo 2.300 han dado positivo, lo que supone un porcentaje inferior al 3%.

Cataluña

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, mantuvo una reunión bilateral ayer con el Govern catalán para estudiar sus peticiones. La autonomía pide que la región sanitaria de Lleida pase a la fase 2 de la desescalada el próximo lunes, así como toda la región metropolitana de Barcelona. También que pasen a la fase 3 las regiones sanitarias del Alt Pirineu i Aràn, Terres de l’Ebre y Camp de Tarragona. Por su parte, el presidente Quim Torra decidió no hablar y esperar a que Sanidad comunicase su decisión.

Comunidad Valenciana

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, defendió ayer su decisión de no pedir a Sanidad pasar a la fase 2 el próximo lunes. "Ser prudentes ahora es tener más garantías de actividad económica con más potencia en una semana", señaló en una rueda de prensa en la que recordó, además, que en un primer momento las fases estaban planeadas para 14 días y que la autonomía lleva menos de cinco en su fase actual.

Así, Puig añadió que a la Comunidad le ha ido "muy bien", pues "se ha logrado una contención clara y directa de la pandemia". Por ello, sí ha pedido a Sanidad que permita la movilidad interprovincial, pues toda la región está en la misma situación.

Andalucía

El presidente andaluz, Juanma Moreno, dijo ayer que es "lógico" que todas las provincias de la región pasen a la próxima fase, la 3, el lunes porque si no sería, a su juicio, "un ataque directo y frontal a Andalucía". Además, anunció que si se da la circunstancia y el Gobierno le traspasa competencias, permitirá la movilidad entre provincias "para que se pueda beneficiar toda la comunidad del intercambio comercial, personal y, sobre todo, el sector turístico", añadió.