La crisis sanitaria del coronavirus está dejando historias realmente desgarradoras, pero otras que dan pie a la esperanza. Una de estas historias la protagonizó un paciente chino que, contra todo pronóstico, superó la enfermedad.

Cuenta la BBC que el hombre tenía 86 años y llegó al hospital universitario de Jianghan el pasado 22 de enero tras dos días con tos y fiebre en torno a 38,8. Pero es que además, tenía 13 enfermedades crónicas, entre las que se encontraban la diabetes, hipertensión, arteroesclerosis cerebral, pancreatitis e insuficiencia renal. Por si fuera poco, una tomografía mostró indicios de neumonía en ambos pulmones. Una semana después dio positivo por coronavirus.

Los cinco médicos que firman el artículo que cuenta el caso de este paciente, decidieron aplicarle una asociación de tres medicamentos: uno para combatir la infección, otro contra el virus en sí y un tercero a base de corticoides. 

El objetivo era evitar lo que se conoce como 'tempestad de citocinas', sustancias que regulan el tamaño de la respuesta inmunológica del cuerpo contra un invasor. Es una reacción exagerada de defensa del cuerpo para combatir el patógeno, lo que implica una cantidad desproporcionada de células en los pulmones, que acaba obstruyendo las vías aéreas. Esta 'tempestad' suele ser la principal causa de muerte en jóvenes con Covid-19.

Además, al paciente le inyectaron inmunoglobulina para fortalecer su sistema inmunológico. 

Con este cuádruple tratamiento, la fiebre y la inflamación de los pulmones empezaron a bajar.

No se sabe a ciencia cierta si el paciente se curó por la efectividad del tratamiento o si lo hizo por sí mismo, pero de cualquier manera, su caso se está estudiando para dar posibles respuestas a la lucha contra el coronavirus.