Los hijos de Carlos Falcó se enfrentan a su viuda, Esther Doña, por la herencia

Esther Doña y Carlos Falcó, el marqués de Griñón.
Esther Doña y Carlos Falcó, el marqués de Griñón.
GTRES
Esther Doña y Carlos Falcó, el marqués de Griñón.

De las lágrimas de dolor e impotencia... al enfrentamiento por la herencia. Se ha visto en multitud de ocasiones tanto en el cine como, claro, en la vida. Y desgraciadamente el fallecimiento el fallecimiento de Carlos Falcó hace diez días no va a ser distinto.

El marqués de Griñón y padre de Tamara Falcó murió a los 83 años en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid por coronavirus. Poco después era incinerado en un tanatorio al que solo pudieron asistir sus tres hijos mayores: Manuel, Xandra y la propia Tamara. Este martes pasado tuvo lugar su responso en la capilla familiar de Malpica del Tajo, donde dejaron sus cenizas.

La ganadora de Masterchef Celebrity publicó un largo texto en su Instagram para agradecer a los servicios sanitarios y a todas sus amistades y gente cercana el apoyo y el cariño recibido así como honrar la memoria de su padre, cuya segunda esposa fue Isabel Preysler.

"Nuestro padre fue una persona excepcional, que amó a su país y trabajó por él sin descanso", decía en un momento dado, así como que "fue un idealista, bueno y generoso con sus hijos y amigos", y que estaría "siempre vivo" en su memoria, refiriéndose sobre todo a sus hijos y firmantes de la carta: "Manolo, Sandra, Tamara, Duarte y Aldara".

Hete aquí el problema, pues en ningún momento hacen referencia alguna a la que hasta el final de sus días ha sido la esposa de Carlos Falcó y, por tanto, su viuda, Esther Doña, evidenciando un distanciamiento enorme entre ella, la cuarta mujer del marqués, y los hijos de este.

"Se convertirá en un enfrentamiento cuando se abra el testamento dentro de unos días. Falcó lo cambió al casarse con Esther para no dejarla desprotegida, pero ya veremos qué le deja y cómo le sienta eso a los hijos", han asegurado allegados de la familia a la revista Pronto recientemente.

"Esther y los hijos de Carlos no se hablan. Ellos nunca vieron con buenos ojos ese matrimonio del que se enteraron por la prensa. Figúrate el cabreo", reconocen las fuentes, que avecinan tormentas en el clan Falcó debido a la lucha por la herencia.

Los principales herederos, salvo sorpresa, serán sus cinco hijos, aunque el marqués podría haber dispuesto que para su viuda, de 41 años y contagiada de coronavirus, por lo que no pudo acudir ni a la incineración ni al responso, quedase la tercera parte, el tercio de libre disposición.

Ella ahora mismo está aislada en el domicilio conyugal de la pareja, el Palacio de El Rincón, aunque todo hace indicar que este pasará a ser propiedad de su hijastro y primogénito, Manolo, por lo que habría de negociar con él, si es que este está dispuesto a negociar.

Porque Doña no se lleva bien con su familia política y estos no han visto bien nunca bien una relación que comenzó hace algo más de tres años, cuando el marqués acababa de entrar en sus octava década y la malagueña enfilaba el final de su treintena

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