Madrid es la comunidad que más afectada se está viendo por la crisis que está provocando el coronavirus. Los hospitales se encuentran al límite de sus posibilidades y algunos de ellos incluso han tenido que empezar a derivar pacientes. Ante esta situación, el PSOE critica que la política llevada a cabo en la región, primero por el PP en solitario y ahora en colación con Ciudadanos, "ha deteriorado la sanidad pública y ha expulsado a la privada a más de 30% de la población".

Los socialistas aportan una serie de datos para sostener su afirmación. Así por ejemplo apuntan que Madrid es la comunidad con el mayor PIB de España "pero la que menos gastó en sanidad por habitante en 2018, después de Cataluña". Mientras la inversión media del país fue de 1.295,85 euros por persona, la madrileña se situó en 1.154,2.

El principal partido de la oposición en la Comunidad también lamenta que de 2005 a 2018 las camas hospitalarias se hayan incrementado un 2%, cuando la población lo hizo en un 15%, y que el pasado mes de enero hubiese 1.273 profesionales sanitarios menos que en 2009. "De 75.368 efectivos se ha pasado a 74.095 y de ellos, el 44% tiene un contrato temporal", manifiestan.

Presupuesto

En lo que al dinero destinado a la sanidad concertada o de gestión privada se refiere, los socialistas reprochan al Ejecutivo autonómico que el año pasado fuese de 978.443.711 euros, un 12,3% del gasto total del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). "El presupuesto de 2019 de los hospitales concesionados y concertados creció en 68 millones respecto a 2017, mientras que para los hospitales de gestión directa bajó en 423,8 millones", señalan.

El PSOE censura igualmente la inversión en mantenimiento, "que supone solo el 2,2% del presupuesto total del SERMAS, insuficiente para detener la descapitalización y el deterioro de edificios e instalaciones". "En Atención Primaria la inversión es 1,2% del total. Escasísima. Fue de 18 millones para más de 400 centros existentes y los nuevos que es necesario construir", agregan.

Ante estas cifras, los socialistas infieren que "los gobiernos conservadores, en un marco de corrupción institucional, optaron por privatizar y abrir al mercado la sanidad madrileña, desorganizando e hipotecando su futuro hospitalario". "La política sanitaria en Madrid se caracteriza por la incompetencia gestora, falta de previsión y de criterio, junto al favoritismo hacia el sector privado", concluyen.