Los 38 mercados municipales de la ciudad de Barcelona siguen abiertos durante el confinamiento por la crisis del coronavirus al tratarse de un servicio esencial de abituallamiento para los barceloneses, tal como estipuló el Ajuntament en un decreto el pasado 15 de marzo. Estos mercados aglutinan unos 2.100 establecimientos, aunque no todos están abiertos al público estos días.

Las medidas sanitarias y de seguridad de empleados y compradores siguen estrictamente las indicaciones de las autoridades. En mercados como el de Sant Martí de Provençals se extreman las medidas higiénicas en los puestos y se pide la colaboración activa de los clientes para no propagar el virus. 

Se recomienda que solo vaya a comprar una persona por unidad familiar y evitar que sean las personas mayores las que lo hagan, utilizar guantes, guardar un metro de distancia entre los clientes, realizar el encargo en el comercio por teléfono (de esta forma se reduce el tiempo de estancia en el recinto), y pagar con tarjeta para evitar la manipulación de dinero en efectivo, que puede producir contagios. 

Un 9% más de entregas a domicilio 

Los comerciantes de los mercados barceloneses que tienen la infraestructura necesaria, también están llevando a cabo entregas a domicilio. En datos de la Asociación Nacional de Centrales de Compras y Servicios, los pedidos de esta tipología han subido un 8,9% desde el inicio del confinamiento.

El Gremi de Detallistes de Fruites i Verdures de Barcelona indica, por su parte, que el 70% de las ventas que se están llevando a cabo desde el pasado 14 de marzo, cuando comenzó el decreto de encierro domiciliario, se están encargando previamente al comerciante por teléfono y Whatsapp. 

El 70% de las ventas se están encargando previamente al comerciante por teléfono y Whatsapp

Entre los productos más demandados, y que han experimentado una demanda entre el doble y el triple de la habitual, se encuentran alimentos básicos como manzanas, plátanos, tomates, judías y lechugas. 

Las 440 paradas de fruta de Mercabarna, el principal proveedor de alimento fresco en el área metropolitana de Barcelona, están abriendo con normalidad y no registran problemas de abastecimiento. Lo mismo que los 82 proveedores de pescado fresco. 

¨Muchos de nuestros agremiados están preparados para atender los encargos de los clientes por teléfono y Whatsapp, lo que puede facilitar la forma en la que compran los clientes¨, asegura el presidente del Gremi de Carnissers, Xarcuters i Aviram de Barcelona i Comarques, Xavier Gallifa. 

MERCAT D`HORTA

Oriol Pascual, paradista del Mercat d'Horta: "Vendemos más hamburguesas y bistecs que carnes de buey o costillas de cordero¨

Oriol Pascual, de 32 años y paradista de la Carnisseria Magrans del Mercat 

d´Horta, tiene este lunes su parada abierta como el resto de días desde que comenzó esta crisis sanitaria. 

Este lunes viven una jornada de momento tranquila, hoy llueve en Barcelona, aunque reconoce que el primer fin de semana del decreto de confinamiento ¨fue una locura¨ en afluencia de clientes y compras. 

De las 70 paradas de alimentación que tiene este mercado solo hay dos cerradas. En un caso porque la vendedora presentó fiebre y se ha aislado en cuarentena en su domicilio y en otro caso por el cuidado de un hijo.

¨No tenemos constancia de ningún afectado por coronavirus¨ entre los trabajadores, indica Pascual. Y comenta que el Ayuntamiento de Barcelona les ha hecho llegar tanto un protocolo de desinfección e higiene de los puestos como de aislamiento de los dependientes en casos donde hubiera un posible contagio. También se han puesto a trabajar en el mercado dos auxiliares municipales que se encargan de controlar el aforo y de dar información a los clientes. 

El Ayuntamiento de Barcelona ha hecho llegar a los paradistas de Horta tanto un protocolo de desinfección e higiene de los puestos como de aislamiento de los dependientes en caso de posible contagio

"Todos los tenderos usamos mascarillas y guantes¨, asegura Pascual, y se queja de que el servicio de entrega a domicilio funcionó ¨con normalidad" hasta la semana pasada. "Lo lleva un colectivo de personas discapacitadas que han tenido que dejarlo al ser de riesgo. Estamos usando ahora una plataforma de venta online y nos coordinamos entre nosotros para poder servir a domicilio, sobre todo a las personas mayores¨, dice. 

En el caso de su parada, Pascual comenta que ha bajado la venta de productos cárnicos más caros, como "filetes, carnes de Nebraska, costillas de cordero y buey" mientras que se ha incrementado la demanda de "carne para estofado, hamburguesas o bistecs¨. 

Lo relacionan con "una reestructuración de los menús semanales" al estar todos los miembros de la familia en casa y hacer todas las comidas del día dentro del domicilio y a la precaución ante la situación laboral, lo que lleva a muchos a instaurar "una economía de guerra" preventiva.