En declaraciones a Europa Press, Romeo ha detallado que cada banco está tomando las medidas oportunas en función de sus necesidades. El objetivo es mantener un servicio que es "esencial" para los ciudadanos pero atendiendo a la seguridad tanto de los empleados como de los clientes.

Por ello, en algunas oficinas se mantiene la atención presencial para casos puntuales de ciudadanos que no tengan acceso a nuevas tecnologías, o que desconozcan su funcionamiento, y necesiten hacer ciertas operaciones. Cuando se opta por esta posibilidad, se hace siguiendo con todas las recomendaciones que ha dado Sanidad, con el objetivo de prevenir contagios.

Romeo ha lamentado que los trabajadores se enfrentan a este proceso con los mismos problemas que tiene el propio sistema sanitario, es decir, con carencia de mascarillas y guantes. "Se intenta proveer a los empleados de este tipo de productos, pero va despacio".

No obstante, ha detallado que con el decreto del estado de alerta son pocos los ciudadanos que se están acercando a las entidades financieras, cumpliendo así con las recomendaciones de quedarse en casa.

Sobre la forma en la que esta situación va a afectar al sector, ha explicado que no cree que se vayan a registrar más ajustes de los que los bancos ya están realizando. Aunque sí que va a suponer que la digitalización sea "más rápida" y que los clientes se acostumbres más a hacer las operaciones por vía telemática, ya que, a su parecer, esta crisis va a durar "más de 14 días".