Aunque no tan bronco como el debate de investidura, la primera sesión de control al Gobierno de la legislatura ha dado lugar este miércoles a algunos enganchones dialécticos, como el que han protagonizado el presidente, Pedro Sánchez,  y el líder de Vox, Santiago Abascal, que ha terminado con el primero recordando al segundo la financiación iraní de su partido y las irregularidades detectadas en la actividad como arquitecta de la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio.

“Señor Abascal, el interés del Gobierno es por el reencuentro, la democracia y la reconciliación, el interés de su grupo por Venezuela o el amor que profieren a España es tan falso como los visados de la señora Monasterio”, ha dicho Sánchez al líder de Vox.

“Usted ha llegado a este banco azul cabalgando sobre la mentira a los ciudadanos”, había dicho antes Abascal a Sánchez, por haber ocultado sus pactos postelectorales. Por eso, ha calificado de “ilegítimo” al Gobierno que se reúne con el “Gobierno ilegal de Venezuela y con el presidente ilegal e inhabilitado de una comunidad autónoma”, ha añadido en referencia a Quim Torra

Abascal ha acusado a Sánchez de estar “encamado con los comunistas, separatistas y proetarras”.

Vox conmueve a Sánchez

Sánchez ha optado por la ironía en su respuesta, cuando ha apuntado que “la voz de la ultraderecha nos conmuenve”. 

“Se hacen pasar por amigos de Venezuela pero aquí estigmatizan a los inmigrantes y dicen que son todos los males”, “dicen ser un partido defensor de España pero financiado con dinero iraní”, algo por lo que Sánchez ha dicho a Abascal que “tendrán que dar muchas explicaciones”.