Ninguna de las diez mujeres asesinadas por violencia machista este año 2020 había denunciado previamente su propia condición de víctima de malos tratos. Por este motivo, la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha anunciado este lunes que sus primeras iniciativas irán encaminadas a impulsar medidas de acompañamiento a las mujeres en el momento de presentar una denuncia y otras destinadas a garantizar su seguridad, como invertir en dispositivos telemáticos y pulseras para maltratadores.

En un arranque de año especialmente duro en asesinatos machistas, el Gobierno quiere priorizar aquellas medidas "que sirvan para ayudar a las mujeres a salir del círculo de dependencia de la violencia de género, que no es solo emocional sino también económico", ha especificado Rosell.

La delegación del Gobierno que encabeza esta jueza ha anunciado también la convocatoria en el primer trimestre del año de una mesa sectorial de las Comunidades Autónomas para impulsar el cumplimiento de la medida del pacto de Estado que permite a las administraciones públicas, y no sólo al estamento policial y judicial, el reconocimiento de las víctimas de violencia machista.

El Gobierno ha anunciado que su política seguirá siendo la de emitir comunicados oficiales con mensajes contra la violencia de género después de cada asesinato machista y una convocatoria pública cada mes para informar sobre esta lacra social. 

Rosell ha lamentado además que el 13% de las mujeres no denuncie violencia de género "por miedo a no ser creídas" y ha considerado que necesitan sentirse seguras y también más "prestaciones económicas, una mejor empleabilidad, soluciones habitacionales y de escolarización para sus hijos".

Otro dato que ha recordado la delegada es que en España una mujer maltratada tarda 8 años y 8 meses de media en presentar denuncia contra su agresor.

El Ministerio de Igualdad ha expresado su más absoluta condena y repulsa por los asesinatos machistas este fin de semana de dos mujeres en Granada y en Lugo, con las que ya son 1.043 las víctimas mortales desde 2003. La víctima de Granada era una mujer de 38 años, y tenía una hija menor de edad. La mujer de Lugo tenía 49 años.