Estas conclusiones se incluyen en la encuesta realizada por el Instituto BBVA de Pensiones tras recoger 4.000 opiniones en toda España entre el 10 de septiembre al 6 de octubre de 2018 para conocer aspectos relativos a la preparación de la jubilación en la generación del 'baby boom', los nacidos entre 1957 y 1977.

El estudio constata que el 85% de los encuestados del País Vasco tiene alguna vivienda en propiedad, un porcentaje por encima de la media del Estado (79%). Un 55% de los "baby boomers' de Euskadi está pagando una hipoteca en la actualidad. En el 95% de los casos se corresponde con su vivienda habitual.

Por otra parte, seis de cada diez encuestados vascos (62%) se muestra favorable a usar su vivienda en propiedad para obtener ingresos durante la vejez, en línea con la media nacional, mientras que un 37% rechaza esa opción y un 1% no sabe o no contesta.

Sobre la opción que preferirían a la hora de usar su vivienda habitual para obtener ingresos, un 43% se decantaría por vender la vivienda e irse a vivir a otra parte, un 27% optaría por hipotecarla como garantía de una renta vitalicia y otro 16% la alquilaría para irse a vivir a otra parte. El 10% restante estaría dispuesto a vender la vivienda a un precio más bajo, pero quedándose en ella mientras viva sin pagar.

Por otro lado, casi la mitad de los vascos de la generación del 'baby boom', en concreto un 47%, cree que son la familia y los amigos los que deben responsabilizarse de las personas que, por su edad, ya no puedan valerse por sí mismas. Este porcentaje está siete puntos por encima de la media del Estado (40%).

Sin embargo, otro 30% de los 'baby boomers' vascos cree que debe ser el Estado el que se responsabilice de esas personas, mientras que otro 14% indica que la familia y el Estado.

En el caso de encontrarse en una situación de dependencia, un 46,8% preferiría vivir en su propia casa al cuidado de profesionales, un 30,6% en una residencia, un 19,7% en su domicilio pero a cargo de algún familiar y un 2% en casa de algún familiar.

Por último, un 83% de los encuestados reconoce que le gusta el modelo co-housing por el que las personas mayores residen en comunidades de viviendas específicas con acceso a servicios apropiados para la vejez y un 16% no tiene esa opinión favorable. De hecho, un 81% de las personas dice que les gustaría vivir en una de esas comunidades cuando sea mayor.